El sol brillaba sobre Essen cuando me desperté, con una mezcla de anticipación y nerviosismo. Hoy marcaba el inicio del tan esperado fin de semana de Open House Essen 2024, un evento que había estado en el centro de mis planes de viaje desde el principio. Como participante del intercambio del año anterior, mis expectativas eran altas, quizás demasiado.
Un encuentro internacional... con sus desafíos #
A las 11 de la mañana, el aire fresco de septiembre acariciaba nuestros rostros mientras nos reuníamos con el resto de los participantes del intercambio de este año. Era un grupo verdaderamente internacional: una chica de Tallin con su acento musical, otra de Praga con ojos llenos de curiosidad, dos personas de Vilnius que no se conocían previamente a este voluntariado, y dos chicas de Estocolmo tremendamente introvertidas.
La diversidad del grupo prometía interacciones enriquecedoras, pero pronto descubrí que establecer conexiones significativas sería más difícil de lo que esperaba. Mientras caminábamos hacia nuestro primer destino, intenté entablar conversación con las chicas de Suecia, pero la interacción no fluyó como había imaginado. Y sea fue la tónica general con casi todos los voluntarios: quizás la timidez inicial y la novedad de la situación crearon una distancia que no logré superar durante el día.
Zollverein: Un viaje al pasado industrial #
Nuestra primera parada fue Zollverein, un sitio que, aunque ya me era familiar, nunca deja de impresionarme. Una voluntaria de Open House Essen nos hizo una pequeña introducción de este complejo minero que fue el corazón palpitante de la industria del Ruhr. La presentación de Kasia, aunque entusiasta, no aportó mucho a mi conocimiento previo. Sin embargo, observar las reacciones de asombro de mis compañeros me recordó la impresionante naturaleza de este lugar.
El Schaudepot Ruhr Museum: Un tesoro escondido #
A las 12 en punto, comenzamos una de las visitas más especiales del día: el Schaudepot Ruhr Museum. Este lugar es verdaderamente único, más un almacén que un museo convencional, y solo accesible mediante visitas organizadas. Al entrar, el contraste con el exterior industrial fue impactante. Estanterías enormes se alzaban hasta el techo, repletas de artefactos que contaban la historia de la región.
Nuestra guía, con un brillo de pasión en los ojos, nos llevó por pasillos estrechos entre objetos fascinantes. Desde muebles hasta objetos de uso cotidiano, cada pieza tenía una historia que contar. Lo que más me impresionó fue la sensación de estar entre bastidores de un gran museo, viendo las colecciones tal como las ven los conservadores y restauradores. Esta experiencia raw, sin el pulido de las exhibiciones tradicionales, nos permitió conectar de una manera más íntima con la historia de Essen y la región del Ruhr.
Mientras examinábamos antiguos frascos farmacéuticos y delicadas calaveras de animales, no pude evitar pensar en las miles de vidas que estos objetos representaban. Cada artefacto era un fragmento de memoria, una pieza del rompecabezas que forma la identidad de esta región.
Die Fatih Mosque: Un puente entre culturas #
Dejando atrás el pasado industrial, nuestro siguiente destino nos transportó a un mundo completamente diferente. La mezquita Die Fatih se alzaba ante nosotros, su minarete destacando en el horizonte de Essen. Nos informaron que es la única mezquita de la ciudad con este elemento arquitectónico distintivo, lo que la hace aún más especial.
Al entrar, el aroma a incienso y la suave luz que se filtraba a través de las vidrieras creaban una atmósfera de serenidad. Nos recibieron con una calidez que derritió cualquier barrera cultural que pudiéramos haber traído con nosotros. La experiencia más impactante fue, sin duda, la oportunidad de asistir a la ceremonia de rezo. Observar a los fieles en su momento de devoción fue profundamente conmovedor, una ventana a una tradición milenaria que sigue viva en el corazón de una ciudad moderna.
Después de la ceremonia, nuestros anfitriones se mostraron increíblemente abiertos a responder todas nuestras preguntas. Hablamos sobre el Islam, sobre las tradiciones locales de la comunidad musulmana en Essen, e incluso sobre los desafíos y alegrías de mantener su fe en un contexto mayoritariamente cristiano. Esta conversación franca y honesta fue, para mí, el epítome de lo que el Open House Essen busca lograr: tender puentes de entendimiento entre diferentes culturas y comunidades.
Holy Spirit Church: Reinventando lo sagrado #
Nuestra siguiente parada fue la iglesia del Espíritu Santo, un edificio que ha experimentado una transformación fascinante. Ya no funciona como un lugar de culto tradicional, habiendo sido desacralizada, pero lejos de caer en el abandono, ha encontrado una nueva vida como espacio cultural.
Participamos en una visita guiada de la exposición "Churches as Fourth Places – Perspectives of Transformation" con Felix Hemmers. La charla fue una revelación. Hemmers nos llevó en un viaje conceptual, explorando cómo los espacios religiosos en desuso pueden ser reinventados para servir a la comunidad de nuevas maneras.
Mientras recorríamos el interior de la iglesia, cuyo futuro es ser transformado en una galería de arte, Hemmers nos habló de proyectos similares en toda Europa. Iglesias convertidas en bibliotecas, centros comunitarios, e incluso en una tienda de bicicletas. Lo que más me impactó fue cómo estos proyectos logran preservar la esencia espiritual de los espacios, aun cuando su función ha cambiado radicalmente.
La exposición en sí era un testimonio de esta transformación. Fotos de estos proyectos colgaban donde antes hubo iconos religiosos, creando un diálogo fascinante entre lo sagrado y lo secular, entre el pasado y el presente.
Un giro inesperado en la noche #
Estábamos programados para asistir a una conversación con Felix Hemmers y Johann König sobre la transformación de iglesias, usando como ejemplo la Iglesia de Santa Inés en Berlín. Sin embargo, al descubrir que la charla sería en alemán, decidimos que era el momento perfecto para un cambio de planes. Aunque parte de mí lamentaba perder esta oportunidad, otra parte se emocionaba ante la perspectiva de explorar la ciudad por nuestra cuenta.
Zollverein de noche: Un mundo de luz y sombras #
Con el atardecer acercándose, propuse al grupo regresar a Zollverein para experimentar el complejo de noche. La idea fue recibida con entusiasmo, especialmente por Tomas e Ieva de Vilnius, quienes se unieron a la aventura. Aunque me hubiera gustado que más miembros del grupo internacional se unieran, aprecié la compañía de quienes decidieron venir.
Llegar a Zollverein al anochecer fue como entrar en otro mundo. Las imponentes estructuras de acero, ahora iluminadas estratégicamente, proyectaban sombras dramáticas que bailaban con cada paso. El contraste entre la robustez industrial y la suavidad de las luces creaba una atmósfera casi mágica.
Mientras deambulábamos por el complejo, la música suave proveniente de uno de los pabellones captó nuestra atención. Siguiendo el sonido, nos encontramos con una sorpresa inesperada: una exposición de arte que nos dejó sin aliento.
El arte de Stefan Casper Röhr: Un descubrimiento inesperado #
El pabellón albergaba una exposición y venta de obras del artista Stefan Casper Röhr. Las pinturas, una mezcla fascinante de colores vibrantes y formas abstractas, parecían capturar la esencia de Zollverein: la fusión de lo industrial con lo artístico, lo antiguo con lo moderno.
Lo que hizo que esta experiencia fuera aún más especial fue el encuentro con el propio artista. Stefan Casper Röhr resultó ser increíblemente amable y accesible. Pasamos un buen rato hablando sobre su proceso creativo, su inspiración y su visión del arte en espacios post-industriales como Zollverein.
Su pasión era contagiosa, y no pude evitar pensar en cómo artistas como él están dando nueva vida a estos espacios históricos. Os animo encarecidamente a seguir su trabajo en Instagram: @stefan_casper_roehr. Su arte merece ser reconocido y apreciado por un público más amplio.
Reflexiones finales: Un balance agridulce #
La noche concluyó compartiendo una copa con Tomas e Ieva en uno de los bares al aire libre de la zona. Mientras charlábamos sobre nuestras experiencias del día, no pude evitar reflexionar sobre la jornada que habíamos vivido.
Open House Essen 2024 había sido una experiencia de contrastes. Por un lado, visitas como el Schaudepot Ruhr Museum, la mezquita Die Fatih y la Holy Spirit Church habían superado mis expectativas, ofreciendo momentos de genuino descubrimiento y conexión cultural. La visita nocturna improvisada a Zollverein y el encuentro con Stefan Casper Röhr fueron momentos mágicos que no habría experimentado si todo hubiera salido según lo planeado.
Por otro lado, la dificultad para conectar con todos los participantes internacionales y la sensación de que podría haber participado en más visitas dejaron un sabor agridulce. El evento no cumplió completamente con mis altas expectativas iniciales, pero me recordó la importancia de mantener una mente abierta y encontrar valor en las experiencias inesperadas. Después de todo, viajar es tanto sobre manejar expectativas como sobre descubrir lo inesperado.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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