Mina San Luis

En pleno corazón del Casco Viejo bilbaíno, una discreta puerta metálica en el número 2 de la calle Marzana esconde uno de los vestigios más fascinantes del pasado minero de la villa: la Mina San Luis. Este túnel subterráneo, que en su día fue testigo del auge industrial de Bilbao, permanece hoy como un testimonio silencioso de la época en que el mineral de hierro transformó la ciudad.

Historia y arquitectura #

La galería debe su nombre a su primer titular, el comerciante inglés Luis Lewison, y forma parte de un complejo sistema de túneles que conecta el muelle de Marzana con la plaza Saralegi. Sus ramificaciones se extienden a lo largo de 140 y 90 metros respectivamente, atravesando el subsuelo del barrio de Bilbao La Vieja hasta alcanzar Miribilla.

La estructura de la mina es impresionante: sus galerías alcanzan casi tres metros de altura y entre dos y tres metros de anchura, dimensiones que permitían el eficiente transporte del mineral. En su interior, aún se conservan elementos que narran su historia industrial: las vías por las que circulaban las vagonetas, restos de estos antiguos vehículos y un arroyuelo que desemboca en la ría sobre los vestigios del antiguo cargadero, visible durante la marea baja.

El esplendor minero #

Durante su época de máxima actividad, la Mina San Luis llegó a emplear hasta 80 trabajadores distribuidos en dos turnos. El mineral extraído se transportaba mediante vagonetas hasta un cargadero junto a la ría, donde las gabarras esperaban para transportar el valioso cargamento. El carbonato extraído abastecía a importantes industrias como Sopuerta, Ensidesa y Altos Hornos, contribuyendo significativamente al desarrollo industrial de la región.

La mina en la actualidad #

En 1995, Emiliano Valdizán, conocido como el último minero de Miribilla, cerró definitivamente las operaciones de la mina. Desde entonces, este espacio ha vivido diferentes vidas: ha servido como escenario para películas, documentales y programas de radio, y el tiempo ha dejado su huella en forma de estalactitas que decoran sus paredes.

A pesar de su indudable valor histórico y patrimonial, la mina no está actualmente abierta al público de manera regular. Un estudio geotécnico realizado hace algunos años desaconsejó su apertura debido al riesgo de desprendimientos, y un reciente derrumbe en la calle Olano ha sepultado parte del recorrido original.

Planes de futuro #

La buena noticia es que existe un creciente interés por recuperar este espacio. La Asociación Vecinal de Bilbao la Vieja, junto con el colectivo Bilbo Zaharreko Memoria Taldea, ha recogido más de 785 firmas solicitando su rehabilitación y conversión en un espacio museístico que permita divulgar el pasado minero y portuario del barrio. El Ayuntamiento de Bilbao ha acordado estudiar la titularidad de la mina y sus condiciones geotécnicas para evaluar una posible reapertura al público.

Mi experiencia personal #

Tuve la fortuna de visitar la Mina San Luis el 10 de julio de 2021 gracias a una visita guiada organizada por Bilbo Zaharreko Memoria Taldea. Aunque las condiciones actuales de la mina son precarias - con sus galerías inundadas, cubiertas de barro y sin iluminación - la experiencia resulta inolvidable. Recorrer esos pocos metros accesibles supone un viaje en el tiempo que permite comprender mejor la historia industrial de Bilbao.

La Mina San Luis representa una oportunidad única para preservar y dar a conocer el patrimonio industrial de Bilbao. Su ubicación privilegiada, conectando el muelle de Marzana con Miribilla, la convierte en un testigo excepcional de cómo la industria minera modeló no solo el paisaje, sino también la identidad de la villa. Esperemos que los planes para su rehabilitación prosperen y que, en un futuro próximo, más visitantes puedan descubrir este fascinante capítulo de la historia bilbaína.