En el corazón de Bilbao, una ciudad que ha sabido reinventarse a sí misma, se alza un edificio que desafía las convenciones de la arquitectura corporativa tradicional. La Sede IDOM, ubicada en Zarandoa Hiribidea 23, no es solo un lugar de trabajo; es un testimonio vivo de cómo la innovación arquitectónica y el compromiso con la sostenibilidad pueden transformar el paisaje urbano y la forma en que concebimos los espacios de oficina.
Este impresionante edificio, inaugurado en 2011, se ha convertido rápidamente en un hito arquitectónico de la ciudad. Su presencia no solo marca un punto de inflexión en el skyline bilbaíno, sino que también representa el futuro de la arquitectura corporativa sostenible. La Sede IDOM es mucho más que un simple edificio; es una declaración de intenciones, un manifiesto construido que habla de la visión de futuro de una empresa y de una ciudad en constante evolución.
Una metamorfosis arquitectónica #
La historia de la Sede IDOM es una de transformación y renacimiento. Lo que hoy es un moderno y sostenible edificio de oficinas, en el pasado fue un depósito franco, un almacén portuario de aduanas que servía a las necesidades del activo puerto de Bilbao. Esta metamorfosis arquitectónica, orquestada por el talentoso arquitecto Javier Pérez Uríbarri del estudio ACXT, es un ejemplo perfecto de cómo se puede dar nueva vida a estructuras existentes, respetando su esencia mientras se las proyecta hacia el futuro.
El edificio, con sus 14.400 metros cuadrados dedicados a oficinas y espacios de investigación, se alza majestuoso al borde del canal de Deusto. Su diseño no solo responde a las necesidades funcionales de una moderna empresa de ingeniería y consultoría, sino que también dialoga con su entorno, integrándose de manera armoniosa en el paisaje urbano en transformación de Zorrotzaurre.
Lo que inmediatamente llama la atención al observar la Sede IDOM son sus elementos arquitectónicos distintivos. La fachada del edificio está adornada con grandes lamas de protección solar, un elemento que va más allá de lo estético para cumplir una función crucial en la eficiencia energética del edificio. Estas lamas no solo regulan la entrada de luz natural, optimizando la iluminación interior, sino que también juegan un papel fundamental en el control de la temperatura, reduciendo la necesidad de climatización artificial.
Un jardín en las alturas #
Pero sin duda, el elemento más cautivador y revolucionario de la Sede IDOM es su cubierta verde. Concebida como una "alfombra verde" que se posa suavemente sobre el edificio, esta cubierta transforma el techo en una colina artificial, creando un oasis verde en medio del paisaje urbano. Este espacio no es meramente decorativo; es un área funcional que sirve como zona de descanso y socialización para los empleados, ofreciendo un refugio de tranquilidad en medio de la ajetreada vida laboral.
La cubierta verde cumple múltiples funciones. Por un lado, oculta hábilmente los equipos de climatización, integrándolos en el diseño del edificio y minimizando su impacto visual. Por otro lado, actúa como un potente elemento de absorción de ruido y CO2, contribuyendo significativamente a mejorar la calidad del aire en la zona. Además, gracias a un ingenioso sistema de almacenamiento de agua de lluvia en la planta baja, la cubierta verde juega un papel crucial en la gestión sostenible del agua, ayudando a controlar las aguas pluviales en momentos de grandes precipitaciones.
Este "jardín en las alturas" no solo beneficia a los empleados de IDOM, sino que también contribuye a la biodiversidad urbana, creando un pequeño ecosistema en el corazón de la ciudad. Es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura moderna puede y debe integrar elementos naturales, difuminando las fronteras entre lo construido y lo natural.
Compromiso con la sostenibilidad #
La Sede IDOM no se conforma con ser un edificio estéticamente impresionante; su verdadera belleza radica en su profundo compromiso con la sostenibilidad. Cada aspecto del edificio ha sido cuidadosamente diseñado para minimizar su impacto ambiental y maximizar su eficiencia energética.
El edificio incorpora una serie de medidas innovadoras que lo convierten en un modelo de arquitectura sostenible. Los equipos sanitarios de bajo consumo reducen significativamente el uso de agua. La regulación automática del alumbrado optimiza el consumo de electricidad, adaptándose a las condiciones de luz natural y a la ocupación de los espacios. Los paneles fotovoltaicos instalados aprovechan la energía solar para generar electricidad limpia.
Pero quizás el aspecto más innovador es el sistema de climatización por agua. Este sistema, que utiliza el agua como medio de transferencia de calor, es mucho más eficiente que los sistemas tradicionales de aire acondicionado. Combinado con la masa térmica del edificio y las lamas de protección solar en la fachada, este sistema de climatización logra un confort térmico óptimo con un consumo energético mínimo.
El resultado de todas estas medidas es impresionante: la Sede IDOM logra un ahorro energético del 60% en comparación con un edificio convencional de oficinas. Este logro no solo beneficia al medio ambiente, sino que también se traduce en importantes ahorros económicos a largo plazo.
Un interior que respeta el pasado #
Si el exterior de la Sede IDOM sorprende por su modernidad y su integración con el entorno, el interior no se queda atrás. El diseño interior del edificio es un testimonio de cómo lo nuevo y lo antiguo pueden coexistir en perfecta armonía, creando espacios que respetan el pasado industrial de Bilbao mientras miran hacia el futuro.
Al entrar en el edificio, lo primero que llama la atención son las grandes vigas de la estructura original, que se han mantenido visibles en la mayoría de las plantas. Estas vigas, testigos silenciosos del pasado industrial del edificio, ahora conviven con espacios de trabajo modernos y luminosos. Lejos de ser un simple capricho estético, la decisión de mantener estas estructuras visibles tiene también un propósito funcional: actúan como una gran masa térmica, proporcionando inercia térmica al edificio y contribuyendo así a la eficiencia energética.
Los antiguos huecos de los monta-coches, que en el pasado se utilizaban para transportar mercancías, han sido ingeniosamente transformados en escaleras y ascensores acristalados. Estos elementos no solo cumplen una función práctica, sino que también ofrecen a los usuarios vistas panorámicas del canal de Deusto durante el ascenso, conectando visualmente el interior del edificio con su entorno urbano.
Uno de los espacios más emblemáticos y sorprendentes del interior es el antiguo torreón de cubierta. Donde antes resonaban las ruidosas máquinas de los monta-coches, ahora se encuentra una serena biblioteca. Este espacio, bañado en luz natural y con vistas sobre la ciudad, se ha convertido en un refugio para el pensamiento y la creatividad, un lugar donde los empleados pueden retirarse para desarrollar ideas en silencio o encontrar inspiración.
Un hito en la regeneración urbana #
La Sede IDOM no es solo un edificio aislado; es una pieza clave en el ambicioso proyecto de regeneración urbana de Zorrotzaurre. Su presencia marca el inicio de una nueva era para esta zona de Bilbao, que está pasando de ser un área principalmente industrial a convertirse en un moderno distrito urbano que combina espacios residenciales, comerciales y de oficinas.
La transformación de este antiguo depósito franco en un moderno edificio de oficinas es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede actuar como catalizador del cambio urbano. La Sede IDOM no solo ha dado nueva vida a un edificio en desuso, sino que también ha atraído la atención y la inversión hacia esta área de la ciudad, impulsando su regeneración.
El edificio se integra perfectamente en los planes para Zorrotzaurre, que incluyen la creación de un paseo de ribera que conectará con el parque de Botica Vieja, la prolongación de los barrios de San Ignacio y Deusto hasta el canal, y el desarrollo de dos barrios autosuficientes en los extremos de la zona. En este contexto, la Sede IDOM actúa como un faro de innovación y sostenibilidad, marcando el camino a seguir para futuros desarrollos en la zona.
Reconocimiento internacional #
El compromiso con la sostenibilidad y la innovación arquitectónica de la Sede IDOM no ha pasado desapercibido en el ámbito internacional. El edificio ha sido galardonado con la Certificación de Edificación Sostenible LEED Gold, uno de los reconocimientos más prestigiosos en el campo de la arquitectura sostenible.
Esta certificación no solo reconoce la excelencia en el diseño y la construcción del edificio, sino también su eficiencia operativa. Para obtener esta certificación, el edificio tuvo que demostrar su rendimiento en áreas como la eficiencia energética, el uso del agua, la selección de materiales y la calidad del ambiente interior.
El reconocimiento LEED Gold coloca a la Sede IDOM en el mapa mundial de la arquitectura sostenible, convirtiéndola en un referente y un caso de estudio para arquitectos, ingenieros y urbanistas de todo el mundo. Es un ejemplo tangible de cómo los principios de la sostenibilidad pueden aplicarse con éxito en un entorno urbano y en un edificio de oficinas de gran escala.
Conclusión #
La Sede IDOM en Bilbao es mucho más que un simple edificio de oficinas. Es un símbolo de la transformación de Bilbao, un ejemplo brillante de arquitectura sostenible y un espacio que fomenta la creatividad y el bienestar de sus ocupantes. En un mundo donde la arquitectura corporativa a menudo prioriza la funcionalidad sobre la estética y la sostenibilidad, la Sede IDOM se alza como un faro de innovación, demostrando que es posible crear espacios de trabajo que sean eficientes, sostenibles y hermosos.
Este edificio representa una visión del futuro de nuestras ciudades: verdes, sostenibles y en armonía con su entorno. Demuestra que la arquitectura puede y debe jugar un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y en la mejora de la calidad de vida en las ciudades.
Para cualquier amante de la arquitectura y la sostenibilidad que visite Bilbao, la Sede IDOM es un destino imprescindible. Más allá de su impresionante apariencia, el edificio cuenta una historia de transformación, innovación y compromiso con el futuro. Es un testimonio de cómo la visión y el compromiso pueden dar forma a espacios que no solo cumplen una función, sino que también inspiran y elevan el espíritu humano.
La Sede IDOM no es solo un edificio; es una promesa de un futuro mejor, más verde y más sostenible. Es un recordatorio de que, con creatividad, innovación y compromiso, podemos transformar nuestras ciudades y nuestros espacios de trabajo en lugares que no solo sirvan a nuestras necesidades, sino que también cuiden de nuestro planeta. En definitiva, la Sede IDOM es un ejemplo brillante de cómo la arquitectura puede ser una fuerza poderosa para el cambio positivo en nuestro mundo.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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