Skip to main content

Barcelona

Mayo 2024

Barcelona

Dicen que los mejores momentos son los que no planeas, aunque en este caso la lluvia se empeñó en demostrar lo contrario.

Todo comenzó con uno de esos correos que nadie quiere recibir: Vueling nos informaba del cambio de horario en nuestro vuelo Bilbao-París, ese que con tanto cuidado habíamos elegido para aprovechar al máximo nuestra estancia en la ciudad de la luz. El cambio no era menor: de llegar a primera hora de la mañana pasábamos a aterrizar a las 7 de la tarde. Un día completo de turismo perdido.

Cuando los planes se tuercen, hay que ser creativos #

Los viajes con familia siempre requieren un extra de planificación, especialmente cuando vienen desde tan lejos como Brasil y quieren exprimir cada minuto para conocer Europa. Por eso, ver cómo se desmoronaba nuestro cuidadoso plan para París no era una opción. Después de varias horas frente al ordenador, surgió una alternativa: un vuelo Bilbao - Paris con escala en Barcelona que permitía el cambio desde nuestro vuelo original. Más de 9 horas entre vuelos que, sobre el papel, nos permitirían mostrar a nuestros primos algunos de los tesoros de la Ciudad Condal.

Barcelona es para mí como una vieja amiga a la que siempre es un placer visitar. He recorrido sus calles en numerosas ocasiones, algunas por amor cuando mi pareja vivía allí, otras por amistad visitando a una de mis mejores amigas que aún conserva su casa en la ciudad, y muchas más utilizándola como punto de partida para aventuras internacionales. Creía conocer todas sus caras, todos sus estados de ánimo, pero aquella mañana del 14 de mayo de 2024 me demostró que aún podía sorprenderme.

Hospital de San Pau en Barcelona
Hospital de San Pau en Barcelona

Un temporal inesperado #

Nunca, en todas mis visitas a Barcelona, había presenciado una lluvia semejante. El cielo parecía haberse propuesto vaciar sus reservas de agua precisamente durante nuestras escasas horas de visita. Lo que debían ser seis horas de paseo por los rincones más emblemáticos de la ciudad se convirtió en una carrera entre paraguas y refugios improvisados.

El viaje comenzó con buen pie, eso hay que reconocerlo. Desde el aeropuerto tomamos el tren de Renfe hasta Sants, y allí enlazamos con el metro. Un consejo que siempre doy a quien viaja en grupo: la tarjeta T-familiar es una auténtica salvación para el bolsillo. Poder viajar los cuatro con el mismo billete nos permitió ahorrar significativamente en transporte.

Una ruta accidentada por el modernismo y el gótico #

Nuestra primera parada fue el Hospital de Sant Pau, y aquí tuvimos nuestra primera bendición del día: mi amiga vive en la zona y no solo nos permitió dejar las mochilas en su casa, sino que nos prestó un par de paraguas que resultaron ser nuestra única protección contra el diluvio que nos esperaba.

Desde allí, nos aventuramos bajo la lluvia hacia la Sagrada Familia. Ver la cara de asombro de nuestros primos, incluso bajo aquella cortina de agua, me recordó mi primera vez frente a la obra maestra de Gaudí. Sin embargo, la lluvia era tan intensa que apenas pudimos tomar unas fotos apresuradas antes de buscar refugio en el metro. Decidimos probar suerte en el Barrio Gótico, pensando que sus estrechas calles medievales nos protegerían del temporal. Conseguimos visitar la Catedral y los restos de la muralla, pero el agua encontraba la forma de alcanzarnos incluso en los rincones más resguardados.

La catedral de Barcelona y la plaza frente a ella bajo la lluvia de mayo La catedral de Barcelona y la plaza frente a ella bajo la lluvia de mayo
La catedral de Barcelona y la plaza frente a ella bajo la lluvia de mayo

La rendición y el plan B #

Finalmente, tuvimos que admitir la derrota. La lluvia había ganado la batalla y decidimos que era mejor buscar un lugar acogedor donde comer y charlar sobre todo lo que nos quedaba por ver, en lugar de seguir empapándonos en un intento obstinado por completar la ruta. A veces, las mejores historias de viaje son precisamente aquellas donde las cosas no salen según lo planeado.

La ruta que quedó en el tintero #

A pesar de que el clima nos impidió completar nuestro recorrido, había diseñado un itinerario que, en un día normal, permite conocer lo mejor de Barcelona en unas horas intensas de caminata. La ruta comenzaba en el Hospital de Sant Pau y seguía por la Sagrada Familia, continuando por el Paseo de Gracia con sus joyas modernistas: Casa Les Punxes, La Pedrera, Casa Batlló y Casa Amatller.

Desde allí, el plan era descender hacia el corazón histórico de la ciudad a través de Plaza Catalunya y la Avenida del Portal del Ángel, perdiéndonos por el Barrio Gótico para descubrir la Catedral, el Palacio de la Generalitat y la Basílica de Santa María del Pi. El recorrido continuaba hacia La Boquería y el Palau Güell, para terminar con un paseo por el frente marítimo, visitando el Monumento a Colón, la Cara de Barcelona, Santa María del Mar y el Born, coronando la ruta en el majestuoso Arco de Triunfo.

El lado económico de la aventura #

Una escala en Barcelona puede ser sorprendentemente económica si se planifica bien. En nuestro caso, el gasto total para las dos parejas fue distribuido de la siguiente manera:

Esto se traduce en un gasto por pareja de 35,90€, o lo que es lo mismo, 17.95€ por persona. Un presupuesto más que razonable para una escala en una ciudad principal europea, especialmente considerando que incluye transporte y comida.

Reflexiones bajo la lluvia #

A veces los contratiempos nos regalan historias que recordar. Aunque no fue la visita que había planeado para mostrar Barcelona a nuestros primos brasileños, sin duda fue memorable. Las risas bajo los paraguas prestados, la carrera entre gotas para fotografiar la Sagrada Familia, y esa comida reconfortante mientras veíamos la lluvia caer por los ventanales, se convirtieron en momentos únicos de nuestro viaje.

Barcelona, como toda gran ciudad, tiene mil caras, y ese día nos mostró una que no conocíamos. Quizás no pudimos completar la ruta prevista, pero ganamos una historia que contar, y la promesa de volver con mejor tiempo para descubrir todo lo que nos quedó pendiente. Después de todo, las mejores ciudades son aquellas que siempre te dejan con ganas de más.

Paseando por el barrio gótico de Barcelona bajo la lluvia Paseando por el barrio gótico de Barcelona bajo la lluvia Paseando por el barrio gótico de Barcelona bajo la lluvia Paseando por el barrio gótico de Barcelona bajo la lluvia
Paseando por el barrio gótico de Barcelona bajo la lluvia
Foto de perfir de Juanjo Marcos

Juanjo Marcos

Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.

Barcelona

Descubre Bilbao

Bienvenido a mi Bilbao, una ciudad que reinventa su pasado industrial en un presente lleno de arte, sabor y sorpresas. Aquí encontrarás rutas, paseos y eventos tanto de Bilbao como de sus alrededores

Ver más de Bilbao