Amanecí con energías renovadas para continuar explorando esta fascinante ciudad. La jornada comenzó con una visita que había quedado pendiente del día anterior: el majestuoso State House.
State House: El corazón del gobierno de Massachusetts #
Cerrado el domingo, hoy lunes pude unirme a una visita guiada por el interior de este emblemático edificio. La State House, sede del gobierno estatal de Massachusetts, es una joya arquitectónica coronada por su distintiva cúpula dorada.
El recorrido nos llevó por salas ricamente decoradas, donde destacan:
- La Cámara de Representantes, con su famoso "bacalao sagrado" colgando del techo.
- El Salón de las Banderas, que alberga réplicas de banderas históricas de Massachusetts.
- La antigua Cámara del Senado, con su curioso "Holy Mackerel" (caballa sagrada).
- La Gran Escalera, adornada con vitrales y murales que narran la historia del estado.
Cada rincón respira historia y el orgullo de Massachusetts por su papel en la fundación de los Estados Unidos. La visita me pareció fascinante, aunque el guía tenia un acento super cerrado que me hizo tener que concentrarme al máximo para entender su inglés. Al final de la visita te dejan aún en el interior del edificio por si quieres seguir recorriendo o revisitar algunas de las zonas públicas.
Boston Common: Un oasis urbano con siglos de historia #
Tras la visita al State House, me sumergí en la tranquilidad del Boston Common. Este parque, el más antiguo de Estados Unidos, fundado en 1634, es el corazón verde de la ciudad.
En esta época del año, el parque se viste con los cálidos tonos del otoño. Los árboles centenarios lucen sus hojas en tonos dorados, naranjas y rojos, creando un espectáculo visual impresionante.
Mientras paseaba, pude observar:
- El estanque Frog Pond, donde en verano los niños chapotean y en invierno se convierte en pista de patinaje.
- El monumento a los soldados y marineros de la Guerra Civil.
- Ardillas curiosas que se acercan sin temor a los visitantes, buscando algún bocado.
- Parejas paseando, familias de picnic y bostonianos haciendo ejercicio.
El parque no solo es un espacio de recreación, sino un libro abierto de la historia de Boston. Aquí se han celebrado discursos, manifestaciones y eventos que han marcado el devenir de la ciudad y del país.
Newbury Street y Boylston Street: El corazón comercial de Back Bay #
Dejando atrás el parque, me adentré en las elegantes calles de Back Bay. Newbury Street es famosa por sus boutiques de lujo, galerías de arte y cafés de moda. Es el equivalente bostoniano de la Quinta Avenida de Nueva York. Boylston Street, paralela a Newbury, alberga tiendas más asequibles y algunos de los mejores restaurantes de la ciudad.
Esta zona, construida sobre terrenos ganados al río Charles en el siglo XIX, es un ejemplo perfecto de la planificación urbana victoriana, con sus característicos edificios de ladrillo rojo y sus aceras arboladas.
The Fenway Garden Society: Un rincón verde inesperado #
Mi paseo me llevó hasta The Fenway Garden Society, también conocido como los "Victory Gardens". Este parque comunitario, creado durante la Segunda Guerra Mundial para que los ciudadanos cultivaran sus propios alimentos, sigue siendo un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad.
Fenway Park: Templo del béisbol americano #
La siguiente parada fue Fenway Park, hogar de los Boston Red Sox. Inaugurado en 1912, es el estadio de béisbol más antiguo de las Grandes Ligas. Su característica "Green Monster", el muro verde del jardín izquierdo de 11,3 metros de altura, es icónico en el mundo del béisbol.
Fenway Park es mucho más que un estadio; es un santuario del béisbol y un tesoro nacional. Los Red Sox son mucho más que un equipo para Boston; son parte de la identidad de la ciudad. La rivalidad con los New York Yankees es legendaria y los bostonianos viven el béisbol con una pasión incomparable. La "Nación Red Sox" es conocida por su devoción inquebrantable, que ha perdurado a través de décadas de victorias y derrotas.
El estadio ha sido testigo de momentos históricos, como el "home run imposible" de Carlton Fisk en la Serie Mundial de 1975 o la ruptura de la "Maldición del Bambino" en 2004, cuando los Red Sox ganaron su primer campeonato en 86 años.
Incluso para quienes no son fanáticos del béisbol, una visita a Fenway Park es una experiencia cultural imprescindible en Boston. Aunque yo no visité el interior, el estadio ofrece tours guiados que permiten sentarse en el Green Monster, visitar el dugout y conocer la rica historia del equipo y el recinto.
Charles River Esplanade: Un paseo junto al río #
Dejando atrás Fenway, me dirigí hacia el río Charles. Crucé (ida y vuelta) el Harvard Bridge, desde donde se obtienen vistas espectaculares del skyline de Boston y Cambridge.
El paseo por Charles River Esplanade fue el broche de oro del día. Este parque lineal de 5 kilómetros de longitud, que bordea la orilla sur del río Charles, es un oasis urbano que ofrece un respiro de la agitada vida de la ciudad.
Creado en la década de 1930 como parte de un proyecto de embellecimiento urbano, el Esplanade es hoy un lugar querido por los bostonianos y un atractivo para los visitantes. A lo largo del paseo, encontré:
- El Hatch Memorial Shell, un icónico anfiteatro al aire libre donde se celebran conciertos gratuitos en verano, incluyendo el famoso concierto del 4 de julio de la Orquesta Sinfónica de Boston.
- Varios muelles y miradores que ofrecen vistas panorámicas del río y la ciudad de Cambridge al otro lado.
- El lago artificial Storrow Lagoon, un remanso tranquilo donde se pueden alquilar botes a pedales.
- Áreas de juegos infantiles, campos deportivos y zonas de ejercicio al aire libre.
- Esculturas y monumentos dispersos por el parque, incluyendo la estatua de Arthur Fiedler, el legendario director de la Orquesta Pops de Boston.
El Esplanade es un lugar vibrante a cualquier hora del día. Por la mañana, se llena de corredores y ciclistas. Al mediodía, es común ver a oficinistas disfrutando de su almuerzo en los bancos junto al río. Y al atardecer, parejas y familias pasean mientras el sol se pone, tiñendo el cielo y el agua de tonos dorados y rosados.
Mientras caminaba por los senderos bordeados de árboles, observé veleros deslizándose por el río y remeros entrenando en sus esbeltas embarcaciones. El contraste entre la serenidad del parque y el perfil urbano de Boston al fondo crea una atmósfera única que captura la esencia de esta ciudad: una metrópolis moderna que no ha perdido su conexión con la naturaleza y su rica historia.
Davis Square: Un bocado de la auténtica vida local #
Para culminar este día de largo paseos, me acerqué hasta Davis Square, muy cerca de mi alojamiento. Este vibrante barrio, accesible fácilmente por la línea Roja del metro, es un hervidero de actividad y cultura local.
Atraído por su reputación culinaria, decidí probar una de las famosas hamburguesas de la zona. Mientras disfrutaba de mi comida, pude absorber el ambiente único de Davis Square. Las calles bullían de estudiantes de la cercana Tufts University, jóvenes profesionales y familias, creando un ambiente ecléctico y acogedor.
Aunque técnicamente se encuentra ya fuera de Boston, Davis Square ofrece una visión auténtica de la vida cotidiana en el área metropolitana, proporcionando el cierre perfecto a un día lleno de contrastes entre lo histórico y lo contemporáneo.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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