A las afueras de Bilbao, como un centinela silencioso que vigila la ciudad, se alza el Monte Arraiz. Con sus 352 metros de altura, este modesto pero encantador monte forma parte del Macizo del Ganekogorta y se ha convertido en uno de los tesoros naturales más queridos por los bilbaínos.
Su presencia, junto con otras pequeñas elevaciones que rodean la ciudad, es la razón por la que Bilbao recibe cariñosamente el nombre de "el Botxo" (el agujero, en euskera).
El Monte Arraiz no es solo un espacio natural; es un libro abierto de historia, un oasis de tranquilidad y un mirador privilegiado desde el que contemplar la metamorfosis constante de Bilbao. Cada sendero, cada rincón de este monte tiene una historia que contar, y hoy nos adentraremos en sus secretos.
Un viaje al pasado: El Fuerte de Arraiz #
Coronando la cima del monte, como un fantasma de piedra que se resiste a desaparecer, se encuentran los restos del Fuerte de Arraiz. Esta construcción, testigo mudo de las turbulentas Guerras Carlistas del siglo XIX, nos transporta a una época en la que Bilbao luchaba por su libertad y su futuro.
El Fuerte de Arraiz no era una simple fortificación. Descrito en su época como una obra "magníficamente construida", contaba con troneras estratégicamente orientadas hacia Bilbao y la ría, un foso imponente de varios metros de ancho, y muros que se elevaban unos 30 pies, con un grosor de 3 metros que parecía desafiar cualquier intento de asedio.
Hoy, paseando entre sus ruinas, uno puede imaginar el fragor de la batalla, el sonido de los cañones y el coraje de aquellos que defendieron sus ideales desde estas alturas. El Ayuntamiento de Bilbao, consciente del valor histórico de este enclave, ha trabajado en la consolidación de estas ruinas, integrándolas en un área recreativa que permite a los visitantes sumergirse en la historia mientras disfrutan de la naturaleza.
La transformación verde: De la guerra a la paz #
El tiempo, ese gran escultor, ha transformado el Monte Arraiz de escenario bélico a pulmón verde de la ciudad. En los últimos años, este espacio ha experimentado una metamorfosis asombrosa, convirtiéndose en uno de los destinos favoritos de los bilbaínos para escapar del bullicio urbano.
En 2010, el Ayuntamiento de Bilbao dio un paso decisivo en esta transformación, inaugurando un área de más de 340.000 m² donde se plantaron 7.000 árboles. Esta iniciativa, que se sumó al proyecto global "Plantemos para el planeta" de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, no solo ha embellecido el entorno, sino que ha contribuido activamente en la lucha contra el cambio climático.
Hoy, el Monte Arraiz es un mosaico de experiencias naturales. Amplias zonas verdes invitan al paseo y la contemplación, áreas recreativas y parques infantiles llenan el aire con risas y alegría, y zonas de esparcimiento ofrecen el espacio perfecto para meriendas familiares o encuentros entre amigos. El contraste entre el pasado bélico y el presente de paz y naturaleza no podría ser más evidente ni más hermoso.
Un paseo por las nubes: Vistas y senderos #
Ascender al Monte Arraiz es como subir por una escalera hacia el cielo de Bilbao. A medida que uno se eleva por sus senderos, la ciudad se despliega a sus pies como un mapa tridimensional. Desde la cima, el panorama es sencillamente impresionante: Bilbao en todo su esplendor, con el serpenteante curso de la ría que se extiende hasta el Abra, la cordillera de Artxanda-Ganguren al norte, y al sur, el imponente Pagasarri custodiando la ciudad.
Los amantes del senderismo encontrarán en el Monte Arraiz un paraíso a su medida. El GR-228, conocido como el "Anillo verde de Bilbao", atraviesa estas laderas, ofreciendo una ruta que combina naturaleza e historia. Para los menos aventureros, existen caminos más accesibles que conducen a áreas de descanso y miradores estratégicamente ubicados.
Uno de los encantos únicos de Arraiz es la presencia de ganado pastando libremente. No es raro, durante un paseo, encontrarse con vacas o caballos que parecen ajenos a la cercanía de la gran ciudad, añadiendo un toque bucólico a la experiencia.
Más que un monte: Un espacio de vida y cultura #
El Monte Arraiz y sus alrededores no son solo un espacio natural, sino un centro de vida y cultura que late al ritmo de Bilbao. En las proximidades, el monte Kobetas (también conocido como Kobetamendi) se ha convertido en el escenario del famoso festival de música Bilbao BBK Live, que cada verano atrae a miles de amantes de la música de todo el mundo.
Esta fusión de naturaleza y cultura es un reflejo perfecto del espíritu de Bilbao: una ciudad que respeta su pasado, cuida su entorno natural y mira hacia el futuro con una mezcla de tradición e innovación. Ya sea para un paseo tranquilo, un día de merienda familiar, una jornada de senderismo o simplemente para escapar del ritmo frenético de la ciudad, el Monte Arraiz ofrece una experiencia única a un tiro de piedra de Bilbao.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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