La tierra del hielo y el fuego, como suelen llamarla, es un destino único que combina paisajes lunares, cascadas majestuosas, géiseres en erupción y auroras boreales cuando la temporada lo permite. Sin embargo, viajar por Islandia requiere cierta preparación y conocimientos previos que quiero compartir contigo en este artículo.
La ring road y el estado de las carreteras #
La carretera circular o ring road (oficialmente conocida como Ruta 1) es la principal vía que recorre la isla y por la que transitarás la mayor parte del tiempo. Lo primero que sorprende es que, a pesar de ser la arteria principal del país, en 2013 tenía varios tramos sin asfaltar. Estos segmentos de gravilla no presentaban grandes dificultades para conducir, pero resultaba desconcertante encontrarlos en la carretera más importante del país.
Esta peculiaridad refleja perfectamente el carácter salvaje y poco domesticado de Islandia. La naturaleza aquí tiene la última palabra y las infraestructuras a veces parecen una simple concesión que el entorno permite temporalmente. Si has alquilado un coche (prácticamente imprescindible para recorrer la isla con libertad), ten en cuenta que deberás reducir la velocidad en estos tramos y conducir con mayor precaución, especialmente si no estás habituado a circular por pistas de tierra.
Planificar la ruta y repostar combustible #
Una de las cuestiones que requiere mayor atención en Islandia es la planificación de los repostajes. En algunas zonas, especialmente en la región este de la isla, las gasolineras pueden estar separadas por más de 100 kilómetros. Mi recomendación personal es no dejar que el depósito baje de la mitad de su capacidad.
Durante mi viaje adoptamos esta regla y resultó ser una decisión acertada. En varias ocasiones, tras repostar "preventivamente", nos encontramos con largos tramos sin ningún servicio a la vista. Recuerda que estás viajando por zonas muy poco pobladas y quedarse sin combustible podría convertirse en un problema considerable.
El clima islandés: preparado para todo #
Si hay algo realmente impredecible en Islandia es el tiempo. Durante nuestra estancia en agosto, teóricamente en pleno verano, experimentamos lluvias abundantes y cambios meteorológicos constantes. Podías empezar el día con un sol radiante y, apenas una hora después, encontrarte en medio de una persistente llovizna.
Un buen chubasquero es absolutamente imprescindible. No es un complemento opcional, sino una prenda que llevarás contigo todos los días. La ventaja es que los islandeses están perfectamente adaptados a estas condiciones, por lo que todas las atracciones turísticas y actividades funcionan con normalidad bajo cualquier clima. Las cataratas, por ejemplo, ofrecen una experiencia incluso más intensa bajo la lluvia.
Alimentación y presupuesto #
Islandia tiene fama de ser un país caro, y lo es. Sin embargo, existen formas de gestionar mejor el presupuesto. Los supermercados Bonus, reconocibles por su logo de un cerdito, son los más económicos para hacer la compra diaria. Nosotros optamos por desayunar y cenar en los alojamientos que habíamos reservado, y preparar picnics para las comidas del mediodía mientras estábamos de ruta.
Una recomendación fundamental: si decides cenar en algún restaurante, pide siempre agua del grifo. Los islandeses están orgullosos de la calidad de su agua, y pedirla es lo más normal para ellos. Te servirán agua fresca y pura, evitándote pagar precios desorbitados por botellas de agua mineral. Este pequeño gesto puede suponer un ahorro considerable al final del viaje.
Medios de pago: tarjeta para todo #
Un aspecto práctico que facilita mucho la vida del viajero en Islandia es que puedes pagar prácticamente todo con tarjeta de crédito. Desde una compra importante hasta el café más pequeño o una simple manzana, todo se puede abonar electrónicamente.
Aunque siempre es recomendable llevar algo de efectivo por si surge algún imprevisto, realmente no necesitarás cambiar grandes cantidades a coronas islandesas. Durante mi estancia de dos semanas, apenas utilicé el dinero en metálico que había cambiado al llegar.
La estructura urbana islandesa #
Algo que sorprende al viajero español es la particular estructura de los pueblos islandeses. Si esperas encontrar el concepto tradicional mediterráneo de un centro urbano con una plaza principal rodeada de edificios, te llevarás una sorpresa.
La mayoría de las localidades islandesas no tienen "forma de pueblo" como la entendemos en España. En lugar de eso, siguen un modelo más similar al norteamericano: conjuntos de casas y granjas dispersas sin un núcleo claramente definido. Esta disposición responde a la historia del país y a sus condiciones geográficas, pero puede resultar desconcertante si buscas una zona más urbanizada para pasear por la tarde o tomar algo.
Aguas termales más allá de la Laguna Azul #
La famosa Laguna Azul es probablemente una de las imágenes más reconocibles de Islandia y un punto que la mayoría de los turistas incluyen en su itinerario. Sin embargo, uno de los secretos mejor guardados es que casi todos los pueblos islandeses cuentan con sus propias piscinas o balnearios termales públicos.
Estas instalaciones locales ofrecen una experiencia mucho más auténtica y significativamente más económica que la turística Laguna Azul. Los islandeses tienen una fuerte cultura de baño público y estas piscinas termales son puntos de encuentro social. Durante nuestro recorrido, descubrimos varias de estas joyas donde pudimos relajarnos en aguas cálidas mientras conversábamos con los locales, obteniendo consejos invaluables sobre lugares menos conocidos que merecía la pena visitar.
Planificación de las visitas y fotografía #
Los principales atractivos naturales de Islandia pueden estar bastante concurridos, especialmente durante la temporada alta. Una estrategia que funcionó muy bien durante nuestro viaje fue madrugar para visitar los puntos más populares a primera hora de la mañana, evitando así las multitudes.
Para los aficionados a la fotografía, Islandia es un paraíso sin igual. Las condiciones de luz varían constantemente debido al clima cambiante, creando oportunidades únicas para capturar imágenes espectaculares. Lleva siempre contigo tu equipo fotográfico, incluso en los desplazamientos que consideres menos interesantes, porque en cualquier momento puedes encontrarte ante un paisaje que te deje sin aliento.
Conclusión: una aventura que merece la pena #
Viajar por Islandia es adentrarse en una tierra de contrastes donde la naturaleza se muestra en su expresión más pura y poderosa. A pesar de los posibles contratiempos meteorológicos y las peculiaridades logísticas, cada minuto en esta isla nórdica se convierte en una experiencia inolvidable.
Si estás planeando tu viaje a Islandia, espero que estos consejos basados en mi experiencia personal te ayuden a disfrutar al máximo de este destino extraordinario. La preparación es clave, pero también lo es la capacidad de adaptación y la apertura a vivir la isla tal como se presenta cada día, con sus luces y sus sombras, con su fuego y su hielo.

Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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