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Viaje a Nueva York. Consideraciones previas

Volver a la Gran Manzana: reflexiones de un viajero experimentado

Viaje a Nueva York. Consideraciones previas

Nueva York es una de esas ciudades que, sin importar cuántas veces la visites, siempre tiene algo nuevo que ofrecer.

Mi primer encuentro con la Gran Manzana fue en octubre de 2005, acompañado de tres amigos. Aunque aquella experiencia quedó grabada en mi memoria como algo extraordinario, debo reconocer que mi forma de viajar ha evolucionado considerablemente desde entonces. Lo que antes era un viaje compartido con presupuesto más holgado, ahora se ha transformado en una aventura en solitario con recursos más ajustados, pero no por ello menos emocionante.

Mi regreso a Nueva York, programado del 22 al 31 de mayo de 2018, representa una oportunidad para redescubrir esta fascinante urbe desde una perspectiva más madura y personal. La ciudad que nunca duerme sigue siendo ese lugar mítico que todos reconocemos a través del cine y las series de televisión. ¿Quién no ha soñado con pasear por la Quinta Avenida, maravillarse ante los rascacielos de Manhattan o sentirse pequeño frente a la inmensidad de Central Park?

Volver a Nueva York después de más de una década implica también enfrentarse a una ciudad que ha cambiado, que se ha reinventado como lo hace constantemente. Los barrios que antes eran industriales ahora son focos de creatividad y modernidad, mientras que otros rincones mantienen ese encanto nostálgico que nos transporta a las películas clásicas del cine americano.

Trámites esenciales antes de zarpar hacia la Gran Manzana #

Para los que viajamos desde España, el primer paso obligatorio es obtener el ESTA (Electronic System for Travel Authorization). Este trámite debe realizarse exclusivamente por Internet, a través de la página oficial:

La buena noticia es que la autorización suele concederse de forma inmediata y tiene una validez de dos años desde que se solicita, independientemente de cuántas veces viajes a Estados Unidos durante ese periodo. En mi caso, el coste fue de 11€, una inversión mínima considerando la importancia de este documento.

Es importante tener en cuenta que el ESTA no garantiza la entrada a Estados Unidos, simplemente autoriza a viajar hacia allí. La decisión final siempre corresponde a los oficiales de inmigración que nos reciben en el aeropuerto. Por eso, además de tener el ESTA en regla, es recomendable llevar documentación que justifique el motivo del viaje, la estancia y, sobre todo, el regreso a España.

Otro aspecto a considerar es el seguro de viaje. Aunque no es obligatorio, resulta altamente recomendable dado el elevado coste de la asistencia sanitaria en Estados Unidos. Un pequeño percance puede convertirse en un desembolso considerable si no contamos con la cobertura adecuada. Existen múltiples opciones en el mercado, por lo que conviene comparar y elegir aquella que mejor se adapte a nuestras necesidades y presupuesto.

Planificación: la clave para no perderse nada #

Una lección que he aprendido con los años es que, cuando se trata de Nueva York, la improvisación no siempre es nuestra mejor aliada. Hay visitas que requieren una planificación meticulosa y con anticipación. La Estatua de la Libertad es quizás el ejemplo más claro. Si se desea visitar este icónico monumento, es fundamental comprar los billetes del ferry con la máxima antelación posible. En mi caso, varias semanas antes del viaje ya no encontré disponibilidad, lo que significó renunciar a acercarme a la estatua en esta ocasión.

Lo mismo ocurre con muchos espectáculos de Broadway, museos con exposiciones temporales populares o restaurantes de moda. Nueva York es una ciudad que atrae a millones de turistas cada año, y la competencia por ciertas experiencias puede ser feroz. Por eso, recomiendo investigar y reservar con antelación aquellas visitas que consideramos imprescindibles.

Sin embargo, también es importante dejar espacio para la espontaneidad. Algunos de los momentos más memorables de mis viajes han surgido precisamente cuando me he alejado de la ruta prevista, cuando me he permitido perderme por calles menos transitadas o entrar en ese pequeño local que no aparecía en ninguna guía. El equilibrio entre lo planificado y lo improvisado es quizás uno de los mayores retos a la hora de viajar, pero también uno de los aspectos que más satisfacciones puede proporcionar.

El viajero contemporáneo vs. el turista tradicional #

Con el paso del tiempo, he descubierto que prefiero sumergirme en la vida cotidiana de los lugares que visito, más allá de las atracciones turísticas convencionales. Nueva York ofrece un sinfín de posibilidades para ello: desde degustar un bagel en una cafetería de Brooklyn hasta perderse por los mercadillos de Chelsea o disfrutar de un concierto improvisado en el metro.

Viajar solo también tiene sus ventajas. La libertad para decidir el ritmo, los horarios y los lugares a visitar sin tener que consensuar con nadie más se ha convertido en un lujo que aprecio enormemente. Además, esta modalidad de viaje suele propiciar encuentros inesperados con locales y otros viajeros, enriqueciendo enormemente la experiencia.

Esta forma de viajar implica también un cambio en la manera de relacionarse con la tecnología. Las aplicaciones móviles se convierten en aliadas indispensables: desde mapas offline hasta traductores, pasando por plataformas para conocer eventos locales o encontrar restaurantes fuera de los circuitos más turísticos. La tecnología, bien utilizada, puede ser la puerta a una experiencia más auténtica y personalizada.

El arte de viajar ligero: una mochila para conquistar Nueva York #

Una de las decisiones más prácticas que tomé para este viaje fue optar por volar con una aerolínea low cost, lo que significaba renunciar a facturar equipaje. Así pues, todo mi mundo para estos diez días en Nueva York se redujo a una única mochila como equipaje de mano. Esta limitación, lejos de ser un inconveniente, se convirtió en una liberación.

La clave del éxito cuando se viaja con tan poco equipaje reside en una planificación inteligente. Con llevar ropa para unos cinco días suele ser más que suficiente, ya que siempre existe la posibilidad de hacer la colada en el destino. Nueva York cuenta con numerosas lavanderías autoservicio (o "laundromats", como las llaman allí) donde por unos pocos dólares puedes lavar y secar tu ropa en un par de horas. Esta estrategia me permitió tener ropa limpia para todo el viaje sin necesidad de cargar con una maleta excesivamente pesada.

Además del ahorro económico que supone no facturar equipaje, viajar ligero aporta una flexibilidad invaluable: no hay que esperar en la cinta de recogida de maletas, resulta más fácil moverse en transporte público y, en general, se evitan muchas de las complicaciones logísticas asociadas a las grandes maletas. En una ciudad tan dinámica como Nueva York, donde se camina mucho y se utiliza constantemente el metro, esta movilidad adicional marca una diferencia sustancial en la experiencia del viaje.

A punto de embarcar en la aventura neoyorquina #

Con la mochila lista y el corazón abierto a nuevas experiencias, me dispongo a embarcar en esta aventura neoyorquina. Los próximos días prometen ser un viaje no solo geográfico, sino también interior, un reencuentro con esa ciudad que, como decía Frank Sinatra, si puedes triunfar allí, puedes triunfar en cualquier parte.

La cuenta atrás ha comenzado. He revisado mi documentación una vez más: pasaporte, ESTA impreso (por si acaso), reserva del alojamiento, seguro de viaje... Todo parece estar en orden. La emoción se mezcla con cierta inquietud, esa sensación tan característica que precede a los grandes viajes. ¿Cómo será Nueva York en 2018? ¿Qué sorpresas me deparará este reencuentro? Pronto lo descubriré.

Mientras tanto, me permito soñar con esos primeros pasos por el asfalto neoyorquino, con el sonido de las sirenas mezclándose con la música callejera, con el aroma de los puestos de comida y con ese peculiar hormigueo que se siente al saberse parte, aunque sea por unos días, de la ciudad más vibrante del mundo. Nueva York, allá voy. Esta vez, ligero de equipaje pero con la mochila llena de ilusiones.

Foto de perfir de Juanjo Marcos

Juanjo Marcos

Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.

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