El miércoles 4 de abril a las 10 de la mañana volábamos de Stuttgart a Bilbao en vuelo directo con Eurowings y operado por Germanwings. Pero en lugar de eso viví uno de los viajes más surrealistas de mi vida.
Cambio de Ruta Inesperado #
Ya al comenzar el vuelo nos avisaron por megafonía que con el fin de "evitar turbulencias" y proporcionarnos un "vuelo más placentero" iban a volar por una ruta diferente un poco más larga y que tardaríamos unos 20 minutos más de lo previsto. ¿Raro?
Intento Fallido de Aterrizaje #
Un tiempo después, sobre las 11:45 y tras casi dos horas de vuelo el capitán informa de que en Bilbao hay mucho viento y que no va a poder aterrizar, por lo que se daba la vuelta y nos llevaba de regreso a Stuttgart. ¿De regreso a Stuttgart? Sinceramente entiendo el problema y las condiciones climatológicas son un factor impredecible. ¿Pero de verdad llevarnos de vuelta a Stuttgart era la mejor opción? ¿No era posible el desvío a otro aeropuerto más cercano o al menos con mejores conexiones a Bilbao?
Retorno a Stuttgart #
En definitiva, sobre las 13:10 y después de algo más de tres horas de vuelo volvimos a aterrizar en el aeropuerto de Stuttgart con una coca-cola del avión como compensación.
Es la primera vez en mi vida que tras tres horas de vuelo he llegado al mismo aeropuerto de partida.
Gestión de la Incidencia #
A partir de aquí la gestión de la incidencia fue un cúmulo de despropósitos:
- Nos enviaron a todos los pasajeros del avión a un mostrador de asistencia al pasajero que estaba cerrado.
- Nos hicieron volver al lado de tierra para entregarnos un itinerario de vuelo alternativo: en nuestro caso volar de Stuttgart a Frankfurt y posteriormente de Frankfurt a Bilbao. Sé que a otras personas las desviaron a través de Munich.
- En lugar de facilitarnos las tarjetas de embarque directamente tuvimos que dirigirnos a los mostradores de facturación para conseguir las nuevas tarjetas de embarque.
- Tuvimos que volver a hacer una cola de 30 minutos para volver a cruzar el control de seguridad, por culpa de un trámite que se podía haber gestionado en el lado de aire del aeropuerto.
- Nos obligaron a una espera de casi 6 horas en el aeropuerto de Frankfurt sin ninguna deferencia como acceso a alguna sala business para poder descansar o un simple vale de comida. Detalles que prácticamente no suponen un coste para la aerolínea y que marcan la diferencia en la atención al cliente.
Reflexiones Personales #
Personalmente me lo tomé a risa y como una aventura más. Estábamos de vacaciones y nuestro destino final era Bilbao, por lo que llegar con 11 horas de retraso no deja de ser una anécdota. Pero en nuestro vuelo había gente que tenía que conducir hasta Asturias (y no es lo mismo salir a las 12 del mediodía que a las 11 de la noche), o que vivía fuera de Bilbao y a las 11 de la noche ya no tenía transporte para llegar a sus destinos...
No sé. Supongo que habrá cientos de condicionantes que no conocemos que ratifican la decisión de volver al aeropuerto de partida al no poder aterrizar en destino. Hasta este viaje no lo había oído nunca, por lo que no creo que sea la práctica más habitual, pero seguro que era la alternativa más viable. El gran problema es que no se le explique al usuario.
Y considero que la gestión fue mala, pero también es cierto que había que atender a 200 personas desorientadas (o los que fuésemos) y gran parte de nosotros sin hablar alemán, lo cual nunca es fácil.
Me quedo con la experiencia de un vuelo de tres horas que despega y aterriza en el mismo aeropuerto. Que me parece una rareza digna de mencionar!!! :-)
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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