El cielo gris de septiembre cubría Essen cuando nos preparábamos para nuestro primer día completo en esta fascinante ciudad alemana. A pesar del clima poco soleado, la anticipación por explorar Essen me mantuvo motivado mientras terminaba un poco de trabajo urgente en nuestro acogedor Airbnb.
Con el portátil ya cerrado y preparados para algún chubasco ocasional, salimos dispuestos a sumergirnos en la rica historia y cultura de esta joya del Ruhr.
Del acero al espectáculo: Teatro Colosseum y alrededores #
Nuestro primer destino fue el Teatro Colosseum. Bajo el cielo plomizo, la imponente estructura roja de ladrillo se alzaba ante nosotros, sus enormes ventanales reflejando las nubes grises. Este edificio, que una vez albergó una fábrica de laminación de acero construida en 1901, ahora vibra con la energía de conciertos y eventos culturales.
El contraste entre su pasado industrial y su presente cultural resultaba aún más fascinante bajo la luz tenue del día nublado. Las paredes que antes resonaban con el ruido de la maquinaria pesada ahora se llenan de música y aplausos. Me detuve un momento, imaginando cómo habría sido este lugar en su apogeo industrial, con el calor de los hornos contrastando con el frío exterior de un día como hoy.
Justo al lado, los modernos cines Cinemaxx ofrecían una opción interesante para los días más lluviosos. Su fachada de cristal y acero parecía un guiño respetuoso al pasado industrial de la zona, mientras que su interior prometía entretenimiento sin importar el clima.
Para completar esta peculiar trifecta, el enorme parking de IKEA se alzaba cerca, ocupando lo que parece ser otra antigua nave industrial. Es curioso ver cómo estos tres edificios, cada uno representando una faceta diferente de la vida moderna -cultura, entretenimiento y consumo- coexisten en este espacio que alguna vez fue el corazón palpitante de la industria de Essen.
Limbecker Platz: Un oasis comercial en un día gris #
Dejando atrás esta zona, nos dirigimos hacia el centro comercial Limbecker Platz. Este gigante del comercio minorista, con sus 70,000 metros cuadrados de espacio comercial repartidos en tres plantas, ofrecía un cambio de escenario bienvenido.
Mientras caminábamos por sus pasillos iluminados, observé el contraste entre el gris exterior y el bullicio colorido del interior. No pude evitar pensar en cómo este espacio moderno ha reemplazado a las fábricas que alguna vez definieron la economía de la ciudad, proporcionando un nuevo tipo de refugio urbano.
El corazón peatonal de Essen: Un paseo bajo nubes grises #
Emergiendo del centro comercial, nos encontramos de nuevo bajo el cielo gris en la extensa zona peatonal del centro de Essen. A pesar del clima, las calles adoquinadas estaban llenas de vida. La gente paseaba, algunos con paraguas por si acaso, otros simplemente disfrutando del fresco aire otoñal.
Lo que más me impresionó fue cómo la ciudad parecía estar preparada para todo tipo de clima. Numerosos toldos y arcadas ofrecían refugio a lo largo de nuestro recorrido, permitiéndonos disfrutar de la arquitectura y el ambiente sin preocuparnos demasiado por posibles chubascos. El aroma del café recién hecho y los pretzels recién horneados que emanaba de las cafeterías era aún más tentador en este día fresco, invitándonos a hacer pausas ocasionales.
Kennedyplatz y el familiar Motel One #
Nuestro paseo nos llevó a Kennedyplatz, una de las plazas más emblemáticas de Essen. Incluso bajo un cielo gris, la plaza bullía de actividad, con la gente moviéndose entre los edificios circundantes o simplemente disfrutando del espacio urbano.
Fue aquí donde decidimos hacer una parada en el Motel One, no para alojarnos, sino para mostrar a mi pareja las famosas escaleras que yo había descubierto en mi visita del año anterior. Entrar en el hotel fue como entrar en otro mundo, dejando atrás el gris exterior.
El lobby moderno y elegante nos dio la bienvenida, pero fueron las escaleras las que inmediatamente captaron la atención de mi pareja. La estructura helicoidal de metal y vidrio que se elevaba varios pisos creó el efecto visual impresionante que recordaba. A pesar de la falta de luz natural en este día nublado, la iluminación artificial jugaba con los reflejos de las superficies pulidas, creando un espectáculo cambiante de luz y sombra. Fue gratificante compartir este descubrimiento arquitectónico y ver la sorpresa y admiración en el rostro de mi acompañante.
La majestuosa Catedral de Essen: Un tesoro histórico #
Dejando atrás el mundo moderno del Motel One, nos dirigimos hacia la Catedral de Essen. Bajo el cielo gris, la imponente fachada románica parecía aún más antigua y llena de misterio, sus piedras adquiriendo un tono más profundo.
El interior de la catedral ofrecía un contraste notable con el exterior sombrío. Los altos arcos góticos y las vidrieras, aunque menos brillantes debido al día nublado, seguían bañando el interior con una luz tenue y mística.
El claustro de la catedral fue particularmente encantador en este día gris. La luz difusa creaba una atmósfera contemplativa única, como si el claustro existiera en su propia burbuja temporal, ajena al mundo moderno que lo rodeaba.
El Ayuntamiento: Un faro moderno en un día nublado #
Nuestro siguiente destino fue el Ayuntamiento de Essen. Este rascacielos de 106 metros de altura, construido en la década de 1970, se elevaba hacia las nubes bajas como un faro de modernidad en medio del centro histórico.
El contraste entre este gigante de cristal y acero y los edificios históricos circundantes era aún más pronunciado bajo el cielo gris. La fachada del edificio parecía fundirse con las nubes, creando un efecto visual interesante que capturaba la esencia de Essen: una ciudad que combina su pasado con una visión moderna.
Aunque no pudimos subir para disfrutar de la vista panorámica, imaginé cómo sería observar la ciudad envuelta en nubes bajas desde sus pisos superiores, una vista que seguramente capturaría la atmósfera única de Essen en un día como este.
Arte, arquitectura y un reencuentro emocionante #
Nuestra siguiente parada fue el Forum Kunst & Architektur. Entrar en este espacio dedicado al arte y la arquitectura fue como entrar en un oasis de creatividad, ofreciendo un contraste bienvenido con el gris del exterior.
La exposición de Open House Visual Stories 2023 nos recibió con una explosión de color y formas. Aunque ya sabía que mi propuesta para Essen del año anterior estaría entre las obras expuestas, verla en este contexto, rodeada de otras interpretaciones creativas de la ciudad, fue igualmente emocionante.
Me detuve frente a mi pieza, recordando el proceso de creación y reflexionando sobre cómo mi percepción de Essen había evolucionado desde entonces. Ver mi trabajo aquí, especialmente en un día en que la ciudad mostraba una faceta tan diferente a la que había capturado en mi obra, añadió una capa adicional de significado a la experiencia.
Un vistazo a la fe: Kreuzeskirche y la Iglesia de Santa Gertrudis #
Para terminar nuestro recorrido, visitamos la Kreuzeskirche y la Iglesia de Santa Gertrudis. El cielo gris parecía acentuar la importancia de estos lugares sagrados, como si la naturaleza quisiera subrayar su papel como refugios espirituales.
La Kreuzeskirche, con su característica torre, se alzaba desafiante contra el cielo nublado. En su interior, las vidrieras coloridas contrastaban bellamente con la penumbra exterior, creando una atmósfera casi mágica.
La Iglesia de Santa Gertrudis, con su diseño más moderno, ofrecía un contraste interesante. Sus grandes ventanas, aunque menos luminosas en este día nublado, seguían permitiendo que suficiente luz natural entrara, creando un ambiente de serenidad que invitaba a la reflexión.
Reflexiones finales #
Mientras caminábamos de vuelta a nuestro Airbnb, el cielo seguía tan gris como al principio del día, pero nuestro ánimo estaba lejos de ser sombrío. Reflexioné sobre cómo el clima, lejos de disminuir nuestra experiencia, había añadido una dimensión única a nuestra exploración de Essen.
La ciudad se había revelado como un lugar de contrastes y transformaciones, donde el pasado industrial coexiste armoniosamente con un presente vibrante y cultural. El clima gris, en lugar de ser un obstáculo, había resaltado la belleza arquitectónica de la ciudad y la calidez de sus espacios interiores.
Llegamos a nuestro alojamiento cansados pero satisfechos, con la mente llena de imágenes y experiencias. Essen demostró ser mucho más que su reputación industrial; es una ciudad que respira cultura, historia y renovación, capaz de fascinar incluso en los días más grises.
Mientras nos relajábamos en nuestro acogedor Airbnb, ya estaba ansioso por descubrir qué otras sorpresas nos depararía esta fascinante ciudad en los días venideros, sin importar el clima que nos esperara.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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