Día 4. Un recorrido por la heterogénea arquitectura de Skopje
26 diciembre 2024
Aunque el día aún amaneció nublado, parece que la lluvia de los días anteriores por fin había cesado. Por lo tanto, decidimos aprovechar el día al máximo para explorar uno de los aspectos más fascinantes de la ciudad: su impresionante colección de arquitectura brutalista y otros tantos estilos que encontramos por el camino.
Estos son los edificios que fuimos descubriendo a lo largo de la jornada dedicada a la arquitectura de Skopje:
La Residencia Goce Delčev #
El complejo residencial estudiantil Goce Delčev se alza como uno de los ejemplos más destacados del brutalismo en Skopje. Al bajar del autobús que nos llevó hasta este remoto rincón de la ciudad , la silueta de la residencia Goce Delčev emergió imponente contra el cielo macedonio. El complejo residencial estudiantil se alza como uno de los ejemplos más destacados del brutalismo en la ciudad, una obra maestra nacida durante la reconstrucción tras el devastador terremoto. Su presencia es magnética; puede que no sea lo que tradicionalmente llamaríamos "bonito", pero posee esa cualidad única de la arquitectura brutalista que te atrapa y te obliga a contemplarla.
Caminando alrededor del edificio, resulta fascinante observar cómo Konstantinovski logró combinar sus experiencias formativas en Yale, bajo la tutela de Paul Rudolph, con elementos de la cultura macedonia. Las fachadas de hormigón visto son un festín visual donde conviven los característicos surcos del brutalismo americano con motivos tradicionales inspirados en los bordados macedonios. Es precisamente esta fusión la que otorga al edificio su personalidad única y cautivadora.
Situándome en la base del edificio, la experiencia es sobrecogedora. Los cuatro bloques idénticos se alzan hacia el cielo en ángulos de 90 grados entre sí, creando un juego de volúmenes que resulta hipnótico. Cada bloque es una composición en sí misma, combinando un edificio de cinco plantas con una torre de trece pisos. Pero sin duda, el elemento más espectacular son los "puentes voladores" que unen los cuatro bloques en la sexta planta, creando una "plaza en el cielo" que evoca las "calles en el aire" propuestas por Alison y Peter Smithson.
Como tantos edificios brutalistas, la residencia Goce Delčev atravesó un periodo de deterioro significativo que amenazó su legado arquitectónico. Sin embargo, entre 2013 y 2020, una exhaustiva renovación con un presupuesto de 5,6 millones de euros ha devuelto el esplendor a este icono del brutalismo. A pesar de algunas modificaciones necesarias, como la cubrición de las terrazas con chapa metálica, la característica fachada brutalista de hormigón se ha preservado fielmente, manteniendo la visión original de Konstantinovski.
Con capacidad para 1.200 estudiantes, la residencia Goce Delčev trasciende su valor arquitectónico para convertirse en un proyecto social de gran envergadura. Observando el ir y venir de los estudiantes actuales, resulta evidente que la renovación no solo ha preservado un ejemplo excepcional del brutalismo, sino que ha revitalizado un espacio vital para la comunidad universitaria de Skopje. Es una prueba viviente de cómo la arquitectura brutalista, con toda su rotundidad y aparente frialdad, puede adaptarse con éxito a las necesidades contemporáneas sin perder un ápice de su esencia original.




El Archivo Municipal de Skopje #
El Archivo Municipal de Skopje, establecido inicialmente en 1952 como una rama del Archivo Estatal de la República de Macedonia del Norte, tiene una historia marcada por la adversidad y la renovación. Originalmente ubicado en el barrio de Debar Maalo, cerca del Cine Karpos, el edificio sufrió graves daños durante el devastador terremoto que sacudió Skopje en 1963. Este desastre natural, aunque traumático, se convirtió en el catalizador de una transformación arquitectónica sin precedentes.
La construcción del nuevo edificio, llevada a cabo entre 1966 y 1968 bajo la dirección del arquitecto Georgi Konstantinovski, representa el primer ejemplo radical del brutalismo en Skopje. Konstantinovski, quien completó sus estudios de maestría en Yale bajo la tutela de figuras legendarias como Paul Rudolph y Serge Chermayeff, logró plasmar en este edificio las influencias de sus mentores y su experiencia posterior con Ieoh Ming Pei. La estructura, ubicada en Moskovska 1, destaca por su innovadora composición arquitectónica, dividida en dos elementos principales: una zona de "servicio" que actúa como entrada y un "silo" que alberga el archivo propiamente dicho.
Tanto los acabados interiores como exteriores se ejecutaron en hormigón martilleado, una técnica directamente apropiada del Edificio de Arte y Arquitectura de Yale de Paul Rudolph. Esta elección de materiales y acabados refleja la esencia del brutalismo: la honestidad estructural y la expresividad del hormigón visto. La función y la escala del edificio introspectivo son difíciles de interpretar debido a la ausencia de elementos arquitectónicos convencionales, lo que añade un aire de misterio y monumentalidad a la estructura.
El edificio se ha convertido en un hito arquitectónico que trasciende su función práctica. Su diseño escultural atrajo la atención crítica en toda Yugoslavia y estableció las bases para futuras investigaciones sobre formas urbanas memorables. El edificio no solo representa la recuperación de Skopje tras el terremoto, sino que también simboliza la modernización y el progreso arquitectónico de la región durante la década de 1960.
Sin embargo, localizar y apreciar el edificio del Archivo Municipal resulta hoy una experiencia algo desconcertante. A pesar de su importancia arquitectónica, el acceso está severamente restringido por una valla perimetral que mantiene a los visitantes a una distancia considerable de la estructura. Desde la acera, el edificio podría pasar desapercibido para el transeúnte casual, su presencia se diluye entre la vegetación descuidada y la valla metálica que lo rodea. Esta realidad actual genera una curiosa paradoja: uno de los ejemplos más significativos del brutalismo en los Balcanes permanece prácticamente invisible para la mayoría de los visitantes de Skopje, como un tesoro arquitectónico oculto tras una cortina de metal y maleza.


Nikola Karev High School #
Entre los numerosos edificios educativos construidos tras el devastador terremoto de 1963 en Skopje, la Escuela Superior Nikola Karev destaca como uno de los ejemplos más significativos del brutalismo macedonio. Diseñada por el reconocido arquitecto Janko Konstantinov, esta obra fue galardonada con el prestigioso premio "Borba" en 1969 por su destacada contribución a la arquitectura macedonia.
El complejo educativo, ubicado en el barrio residencial Karposh 3, se compone de dos volúmenes independientes: el edificio principal de la escuela y un pabellón deportivo más pequeño. Lo que más llama la atención es su diseño brutalmente honesto con el material, donde el hormigón visto domina tanto el exterior como el interior, mostrando sin pudor las marcas del encofrado de madera que le dio forma.
La organización espacial del edificio principal gira en torno a un atrio central hundido respecto al nivel de la planta baja. Este espacio común se eleva hasta la cubierta, donde una serie de lucernarios piramidales inundan el interior con luz natural. Las aulas y despachos de profesores se distribuyen perimetralmente alrededor de este núcleo central, creando un patrón modular que se repite en altura.
Durante mi visita, solo pude observar el edificio desde el exterior del campus cerrado. La primera impresión es agridulce: la potencia del diseño original de Konstantinov sigue presente, pero el estado de conservación deja mucho que desear. La parte inferior del edificio está plagada de pintadas que degradan significativamente su aspecto, un problema endémico en Skopje que afecta a gran parte de su patrimonio arquitectónico.
Lo que hace especialmente interesante este edificio es cómo Konstantinov separó las funciones en volúmenes distintivos. Los espacios de servicio se ubicaron en volúmenes redondeados en tres de las esquinas del edificio, mientras que la cuarta esquina alberga una torre circular dedicada a las aulas de música y arte. Esta segregación funcional, manifestada tanto en planta como en alzado, es una característica distintiva de la arquitectura brutalista que aquí se ejecuta con particular maestría.



La Sala Universal (Universal Hall) #
La siguiente parada de nuestra ruta era la Sala Universal (Универзална Сала). Intentando localizarla al bajarnos del autobús, nos encontramos inicialmente desorientados. El GPS nos llevaba a una zona acordonada por vallas de obra donde, a primera vista, no parecía haber nada destacable. Sin embargo, al acercarnos más y mirar entre los huecos de las vallas, pudimos distinguir una imponente estructura metálica con forma de cúpula, ennegrecida en algunas zonas.
Intrigados por el estado del edificio y esas marcas oscuras, comenzamos a investigar y descubrimos que apenas unos meses antes, en abril de 2024, un devastador incendio había afectado a la estructura. Lo más sorprendente era que el fuego se había producido justo cuando, después de nueve años de abandono, por fin habían comenzado las obras de rehabilitación del edificio.
Profundizando en su historia, descubrimos que nos encontrábamos ante uno de los edificios más emblemáticos del brutalismo de Skopje. Construido tras el terremoto de 1963 como símbolo de la solidaridad internacional, la Sala Universal había sido durante décadas el epicentro cultural de la ciudad. Por su escenario habían pasado más de 5,000 eventos diferentes, desde conciertos de jazz hasta representaciones teatrales, acogiendo a más de 5.8 millones de espectadores.
Mientras observábamos la estructura a través de las vallas, resultaba difícil imaginar ese pasado glorioso. El edificio llevaba nueve años cerrado, esperando una renovación que diferentes gobiernos habían prometido pero nunca llegado a realizar. Existían planes para convertirlo en un centro de congresos con mayor capacidad, pero ninguno se había materializado. Ahora, tras el reciente incendio, su futuro parece más incierto que nunca.
Abandonamos el lugar con cierta melancolía, pensando en cómo este edificio, que una vez simbolizó la capacidad de Skopje para renacer tras la tragedia, se encuentra ahora en su propio momento crítico, esperando que las investigaciones determinen el alcance de los daños y su posible futuro.


Shopping Center Bunjakovec #
Caminando por las calles de Skopje, a pocos minutos de la Sala Universal, una estructura de hormigón con terrazas abiertas captó inmediatamente nuestra atención. Sin dudarlo, decidimos entrar a explorar lo que resultó ser el Shopping Center Bunjakovec, uno de esos hallazgos fortuitos que hacen especial cualquier viaje de arquitectura.
La curiosidad nos llevó a adentrarnos en este edificio, cuya imponente estructura de hormigón visto desafiaba cualquier concepto convencional de centro comercial. Mientras recorríamos sus terrazas abiertas, expuestas a los elementos, no pudimos evitar maravillarnos ante las espectaculares vistas del monte Vodno que se desplegaban ante nosotros. Es fascinante cómo esta arquitectura, que algunos podrían considerar fría e inclemente, consigue crear una conexión tan poderosa con el paisaje circundante.
Al adentrarnos en su interior, nos encontramos con una distribución que desafiaba cualquier lógica comercial moderna. Por momentos, la ausencia casi total de gente y la mezcla confusa de espacios nos hacía dudar si nos habíamos colado en una zona privada de oficinas. La sensación de incertidumbre nos acompañó durante toda la visita, mientras caminábamos por pasillos y terrazas que parecían espacios privados aunque no lo eran. El edificio se revelaba como un fascinante collage donde convivían locales comerciales y oficinas en diferentes estados de conservación. Mientras algunas zonas parecían abandonadas al paso del tiempo, otras mantenían una sorprendente vitalidad. Durante nuestra exploración, descubrimos desde tiendas de ropa y calzado hasta el popular restaurante de kebab "Destan", creando una experiencia comercial única que difícilmente encontraríamos en nuestro país.
Lo que comenzó como una curiosidad arquitectónica terminó convirtiéndose en uno de nuestros descubrimientos más interesantes en Skopje. El Bunjakovec representa perfectamente ese periodo en que el brutalismo transformó la ciudad tras el terremoto de 1963. Su diseño abierto, aunque poco práctico para los estándares comerciales actuales, transmite con honestidad los ideales de su época: la autenticidad en los materiales, la funcionalidad sin adornos y una peculiar forma de integrarse en el tejido urbano.
La sensación de estar explorando un espacio semiabandonado, donde los límites entre lo público y lo privado se difuminan, añade una capa adicional de fascinación a este testimonio brutalista. Aunque hoy funcione más como lugar de paso que como destino comercial, para unos amantes de la arquitectura brutalista como nosotros, representa un testimonio invaluable de una época que marcó profundamente la identidad de Skopje.




Galería de grafitis en Blvd. Partizanski Odredi #
Mientras seguíamos nuestra ruta en busca de más ejemplos de arquitectura brutalista en Skopje, encontramos en el Blvd. Partizanski Odredi una serie de trozos de muro que conformaban una especie de galería de grafitis callejeros. El descubrimiento fue casual al salir del Shopping Center Bunjakovec, en el tramo del bulevar que se encuentra al oeste del Blvd. Saint Clement of Ohrid.
Lo que primero llama la atención es la disposición de estos muros de hormigón a lo largo de la acera, separados entre sí por espacios regulares que permiten rodearlos y observar las obras desde todos los ángulos. Cada pieza tiene una base inclinada que le da estabilidad y les confiere un aspecto distintivo, como si fueran restos de alguna antigua estructura reaprovechados para el arte urbano. Los grafitis que los decoran son variados: desde un colorido helado de varios pisos hasta figuras estilizadas con coronas, pasando por composiciones abstractas en blanco y negro con motivos marinos.
Lo más fascinante de estos muros no es tanto su función como galería de arte urbano, sino cómo dialogan con la arquitectura moderna que los rodea. El hormigón de estas piezas encuentra su eco en los edificios cercanos, pero mientras estos mantienen su sobriedad característica, los muros estallan en color y expresividad. La disposición de estos elementos no parece casual; están colocados creando un ritmo visual que conecta con las estructuras modulares tan características de la arquitectura de la ciudad. Sin embargo, aquí la regularidad del diseño original ha sido transformada por la espontaneidad del arte callejero, creando una curiosa simbiosis entre el orden y el caos creativo.
Estos muros recuerdan mucho a las secciones del Muro de Berlín que se pueden encontrar en muchas ciudades, aunque la diferencia fundamental radica en que mientras el Muro de Berlín fue transformado en galería como acto de redención histórica, estos paneles parecen haber sido concebidos específicamente para el arte urbano. No he encontrado ninguna información en internet sobre estas obras, ni puedo decir si se trata de algo temporal o de algún tipo de intento de proporcionar lugares donde los artistas callejeros puedan exponer su arte para intentar librar de pintadas a los edificios de la ciudad.
El conjunto ofrece una lectura contemporánea del espacio urbano, donde el hormigón ya no es solo expresión de poder institucional o utopía socialista, sino soporte para voces individuales y expresiones artísticas espontáneas. Una transformación que refleja perfectamente la propia evolución de Skopje, una ciudad que ha sabido preservar su herencia arquitectónica mientras se abre a nuevas formas de expresión urbana. Sin ser la East Side Gallery de Berlín, estos "menhires" de hormigón convertidos en lienzo resultan un fascinante ejemplo de cómo el arte urbano puede dialogar con la arquitectura y transformar el paisaje de la calle.


Edificio Nova Makedonija #
Nuestro siguiente punto de interés nos lleva hasta uno de los edificios más emblemáticos del brutalismo macedonio: el Nova Makedonija. Ubicado en la calle Sv. Kiril i Metodij 54, este coloso de hormigón y cristal emerge del paisaje urbano como una imponente escalera hacia el cielo, destacando por su peculiar diseño en cascada que lo distingue inmediatamente del resto de edificios brutalistas de Skopje.
Construido en 1981 por el arquitecto Blagoja Kolev, el edificio fue concebido como la sede del periódico homónimo Nova Makedonija, el diario más antiguo de Macedonia del Norte. Su diseño no es casual: la estructura escalonada de 15 plantas, con sus bloques horizontales perfectamente definidos, parece simbolizar el flujo de información que antes circulaba por sus pasillos. El elemento más distintivo es sin duda su escalera cilíndrica, que se eleva como una torre de control en el lateral del edificio, coronada por antenas de comunicación que refuerzan su carácter mediático original.
Lo fascinante de este edificio es cómo ha sabido reinventarse con el paso del tiempo. Si bien la redacción del periódico tuvo que abandonar sus instalaciones debido a los elevados costes de mantenimiento, el edificio encontró una nueva vida tras su renovación en 2008. Actualmente alberga la sede del banco Halkbank y varios ministerios gubernamentales, entre ellos los de Educación, Economía y Cultura, demostrando una versatilidad que va más allá de su propósito original.
La fachada del edificio es un ejemplo magistral de cómo el brutalismo puede incorporar elementos dinámicos sin perder su esencia. Los grandes ventanales que recorren cada nivel permiten que la luz natural inunde los espacios interiores, mientras que el hormigón visto mantiene la honestidad material tan característica de este estilo arquitectónico. La combinación de líneas horizontales y la verticalidad de la torre cilíndrica crea un equilibrio visual que suaviza la contundencia típica del brutalismo.
El Nova Makedonija permanece como uno de los hitos arquitectónicos más significativos de Skopje, recordándonos que el brutalismo, lejos de ser un estilo monolítico, puede ser tan versátil como la sociedad a la que sirve. Su transformación de sede periodística a centro administrativo gubernamental es un testimonio vivo de la capacidad de adaptación de estos gigantes de hormigón que tanto caracterizan el paisaje urbano de la capital macedonia.


Medical High School "Panche Karagjozov" #
La Escuela Médica "Panche Karagjozov", diseñada por el arquitecto Janko Konstantinov entre 1968 y 1970, representa uno de los ejemplos más significativos de arquitectura brutalista educativa en Skopje. El edificio materializa los ideales del movimiento brutalista a través de su honestidad estructural y el uso expresivo del hormigón visto.
El edificio se articula mediante una serie de volúmenes geométricos claramente definidos. La fachada principal presenta un destacado voladizo que genera un espacio de transición entre el exterior y el interior, típico recurso brutalista para crear espacios intermedios. Los elementos estructurales se exhiben de forma prominente, con pilares y vigas de hormigón que enfatizan la verticalidad y horizontalidad del conjunto.
Uno de los aspectos más notables es el tratamiento escultórico de las fachadas laterales, donde una serie de módulos curvos en hormigón crean un ritmo visual dinámico. Estos elementos no son meramente decorativos, sino que responden a necesidades funcionales de iluminación y ventilación, siguiendo el principio brutalista de sinceridad arquitectónica.
El hormigón visto domina toda la composición, mostrando las marcas del encofrado y celebrando la naturaleza del material en su estado más puro. La textura rugosa y monumental del edificio contrasta con los paños acristalados que se insertan entre los elementos estructurales, creando un diálogo entre masividad y transparencia.
El edificio se integra en su entorno mediante una serie de plataformas y escalinatas que crean una transición gradual entre el espacio público y el educativo. La vegetación circundante, que ha crecido con los años, suaviza la dureza del hormigón y establece un interesante contraste con la arquitectura.




Una pequeña dosis de arquitectura contemporánea #
La arquitectura moderna también tiene su espacio en Skopje, aunque más discreto que el brutalismo dominante. En los alrededores de la calle Nikola Kljusev encontramos un interesante complejo de oficinas que refleja las tendencias arquitectónicas contemporáneas. Los edificios destacan por sus fachadas de cristal curvado y sus líneas fluidas, que contrastan con el entorno más tradicional.
Lo más llamativo es el trabajo con el vidrio, especialmente en el edificio de la izquierda, donde la fachada ondulada crea reflejos que cambian según la luz y el punto de vista. La combinación de cristal y hormigón, junto con detalles como las columnas vegetales que flanquean la entrada, representan una arquitectura corporativa que busca integrar elementos naturales y sostenibles en el diseño urbano.
Este tipo de arquitectura, que podríamos clasificar como postmoderna corporativa, muestra el intento de Skopje por modernizarse y atraer inversión empresarial, aunque estas intervenciones son puntuales y no llegan a definir el carácter arquitectónico general de la ciudad.
House of the Army #
Continuando con nuestra ruta por los edificios brutalistas más emblemáticos de Skopje, nos encontramos con una de esas joyas arquitectónicas que el tiempo parece haber querido esconder. Detrás de la iglesia inacabada de San Constantino y Elena y la casa memorial de la Madre Teresa, la Casa del Ejército se alza como un magnífico ejemplo de la arquitectura brutalista yugoslava, diseñada por las arquitectas Gorica Mandicheva y Milka Micevska en 1972.
Lo fascinante de este edificio es su paradójica ubicación. A pesar de encontrarse en pleno centro de la ciudad, la estructura brutalista ha quedado prácticamente oculta por las nuevas construcciones del controvertido proyecto "Skopje 2014". Es como si la ciudad moderna hubiera decidido dar la espalda a su pasado arquitectónico más reciente, aunque el edificio sigue siendo un magnífico exponente del brutalismo, con sus característicos volúmenes de hormigón visto y sus formas geométricas pronunciadas.
Las ventanas salientes crean un interesante juego de luces y sombras en la fachada, mientras que los espacios interiores se articulan de manera funcional, típico de la arquitectura modernista de la época. Y aunque el exterior pueda parecer abandonado, el interior del edificio mantiene una actividad constante. El Ministerio de Defensa y el Ejército de Macedonia del Norte siguen utilizando sus instalaciones, y el restaurante del edificio se ha convertido en un punto de encuentro para generales retirados que buscan una buena comida a precio razonable.


Un tesoro modernista encontrado por casualidad #
Mientras caminábamos por el centro de Skopje buscando más ejemplos de arquitectura brutalista, nos topamos con una auténtica joya arquitectónica que destacaba poderosamente entre los edificios de su entorno.
La fachada del edificio, conocido localmente como "Infiniti House", rompe por completo con la estética predominante en Skopje. Mientras la ciudad está dominada por el neoclasicismo impuesto durante el proyecto Skopje 2014 y los restos de arquitectura brutalista de la época yugoslava, este edificio emerge como un oasis modernista que parece transportado desde el Eixample barcelonés.
Lo más fascinante es cómo la arquitectura integra elementos naturales y funcionales de una forma que roza lo escultórico. Un árbol artificial serpentea por la torre del ascensor, fusionándose con el edificio de una manera que solo podría concebir la mente más creativa. Este árbol no es solo un elemento decorativo; esconde ingeniosamente las instalaciones y servicios del edificio, convirtiendo lo funcional en arte.
Aunque no pudimos acceder al interior, la investigación posterior reveló que el edificio alberga los famosos Apartamentos Dali, una obra conceptual del artista macedonio Zoran Iliev Roger. Creados entre 2001 y 2006, estos espacios transforman 250 metros cuadrados en un viaje a través de diferentes culturas y épocas, fusionando elementos de mitología china, cultura egipcia y símbolos macedonios antiguos.
Lo que inicialmente fue concebido como una obra de arte habitable se ha convertido hoy en un alojamiento turístico único, permitiendo a los viajeros no solo contemplar, sino vivir dentro de una pieza de arte. Los techos pintados a mano, la decoración excéntrica y los esquemas de color poco convencionales crean una experiencia que trasciende el concepto tradicional de alojamiento.


La Casa de la Ópera y Ballet de Macedonia #
Situada en la Plaza Madre Teresa, la Casa de la Ópera y Ballet de Macedonia representa uno de los ejemplos más controvertidos de la reconstrucción post-terremoto de Skopje. Inaugurada en 1979, esta obra del grupo de arquitectos eslovenos conocido como Biro 71 -formado por Stefan Kacin, Yuri Princes, Bogdan Spindler y Marian Uršič- forma parte de un ambicioso proyecto cultural que nunca llegó a completarse en su totalidad.
El Centro Cultural de Skopje, concebido originalmente como un complejo de 50.000 metros cuadrados, debía albergar no solo la ópera y el ballet, sino también una sala filarmónica, una escuela de música y danza, y un complejo cinematográfico. Sin embargo, las limitaciones presupuestarias y la complejidad del proyecto llevaron a una realización parcial, completándose únicamente el Teatro Nacional de Macedonia (actual Ópera y Ballet Nacional), la Escuela de Música y Ballet, y la ampliación del Banco Stopanska a principios de los años 80.
Según sus creadores, la idea era diseñar un edificio que rompe radicalmente con la relación clásica entre figura y suelo, cuestionando el paradigma funcionalista. Su estructura, realizada en hormigón pintado de blanco, establece un diálogo dinámico entre el edificio y la plataforma sobre la que se asienta, creando una serie de superficies que se pliegan y fracturan con diferentes intensidades. Esta geometría irregular se introduce en el interior a través de espacios expresivos que culminan en un auditorio asimétrico.
A pesar de su importancia histórica y arquitectónica, la realidad actual del edificio resulta decepcionante. Su volumen, hundido en el suelo y excesivamente horizontal, no logra transmitir la monumentalidad característica de otras obras brutalistas. La plaza posterior, con su aridez extrema y ausencia de puntos focales, no consigue generar ninguna conexión emocional con el visitante.
El estado actual de conservación tampoco ayuda a mejorar la impresión general. Las paredes, plagadas de grafitis, acentúan una sensación de abandono que, aunque no corresponda con la realidad funcional del edificio, deteriora significativamente su impacto visual. Queda la esperanza de que el interior mantenga un nivel de calidad que compense la decepcionante experiencia exterior.


La Plaza Madre Teresa de Skopje #
Tras visitar la Casa de la Ópera y Ballet de Macedonia, decidimos explorar con calma su entorno inmediato. Este recorrido nos llevaría a descubrir La Plaza Madre Teresa, uno de los espacios más controvertidos de Skopje, donde la grandilocuencia arquitectónica y la realidad cotidiana chocan de manera llamativa.
El proyecto Skopje 2014 surgió como una iniciativa gubernamental controvertida desde su inicio. Presentado como un plan para dotar a la capital macedonia de una identidad arquitectónica propia tras décadas de arquitectura brutalista yugoslava, el proyecto ha sido ampliamente criticado por la población local como un ejercicio de nacionalismo arquitectónico excesivo y un derroche de recursos públicos. El presupuesto inicial de 80 millones de euros se disparó hasta superar los 680 millones, una cifra astronómica para un país con los recursos limitados de Macedonia del Norte.
La transformación incluyó la construcción y remodelación de edificios gubernamentales, museos, puentes y plazas, todos ellos siguiendo un estilo neoclásico que pretende establecer conexiones históricas con la antigua Grecia, algo que muchos macedonios consideran una fabricación artificial de su identidad. El proyecto ha sido denunciado por numerosos casos de corrupción y sobrecostes, además de por la opacidad en la adjudicación de contratos.




Los ciudadanos de Skopje han mostrado su descontento no solo por el gasto excesivo, sino también por la falta de participación ciudadana en un proyecto que ha transformado radicalmente su ciudad. La decisión de priorizar esta transformación estética sobre necesidades urbanas más urgentes, como la mejora del transporte público o la renovación de infraestructuras básicas, ha generado un profundo malestar social. Además, el mantenimiento de estos nuevos edificios y monumentos está suponiendo una carga económica adicional para las arcas públicas, mientras muchos de ellos ya muestran signos evidentes de deterioro apenas una década después de su construcción.
El primer impacto visual es sobrecogedor. El imponente Archivo Estatal, el Museo de la Lucha Macedonia por la Independencia y el Palacio Boris Sarafov crean un conjunto arquitectónico que parece sacado de una postal histórica europea. Los puentes del Arte y de las Civilizaciones, con sus esculturas y ornamentación elaborada, añaden un toque de grandiosidad al paisaje urbano.
Sin embargo, una mirada más cercana revela la otra cara de esta transformación urbana. Las majestuosas columnas griegas, que desde lejos impresionan por su monumentalidad, son en realidad elementos decorativos añadidos sobre estructuras modernas preexistentes o de nueva construcción. Este proceso de "historización" artificial se llevó a cabo entre 2010 y 2014, cuando los edificios fueron recubiertos con fachadas neoclásicas, columnas y ornamentos que no cumplen función estructural alguna. Es, literalmente, como pasear por un decorado de cine a escala real, donde las columnas son meras carcasas que ocultan los pilares de hormigón que realmente sostienen los edificios.
Los problemas de mantenimiento son evidentes y preocupantes para edificios tan recientes. Las manchas de humedad y moho salpican las fachadas, y no es raro encontrar goteras en días de lluvia que forman charcos en zonas que deberían ser representativas de la ciudad.



La propia Plaza Madre Teresa ejemplifica los problemas de planificación urbana del proyecto. A pesar de su ubicación central y su importancia simbólica, el espacio resulta inhóspito para el peatón. La ausencia de zonas verdes, bancos o áreas de descanso la convierte en un lugar de paso más que en un espacio de encuentro ciudadano.
Los edificios que rodean la plaza, a pesar de su imponente presencia, resultan confusos en su propósito. La Filarmónica, por ejemplo, carece de señalización clara que indique su función, y aunque su arquitectura sugiere un auditorio, su propósito no resulta evidente para el visitante. Los museos, por su parte, no logran generar el suficiente interés como para justificar su visita, quedándose en meras fachadas grandilocuentes sin un contenido que atraiga al público.
El área de la Plaza Madre Teresa y sus edificios circundantes representa perfectamente las contradicciones del proyecto Skopje 2014. Por un lado, ha dotado a la ciudad de un conjunto monumental que impresiona a primera vista y genera postales memorables. Por otro, la calidad cuestionable de la construcción, los problemas de mantenimiento y la falta de planificación urbana humanizada revelan las carencias de un proyecto que pareció priorizar la apariencia sobre la funcionalidad y sostenibilidad.
Como visitante, merece la pena recorrer este espacio siendo consciente de esta dualidad. Las fotografías serán espectaculares, pero la experiencia real nos habla de las consecuencias de priorizar la grandiosidad sobre la calidad y el uso ciudadano. Es un recordatorio de que la verdadera belleza urbana no solo reside en fachadas imponentes, sino en espacios que funcionan y perduran para el disfrute de todos.




La Academia Macedonia de Ciencias y Artes #
Siguiendo con nuestro recorrido por la arquitectura brutalista de Skopje, la Academia Macedonia de Ciencias y Artes emergió como una aparición entre la luz menguante de la tarde. Lo que más me impresionó fueron sus robustos pilares, que a pesar de su contundencia, consiguen dar una sensación de ligereza al conjunto. El tejado, con esa forma tan característica que recuerda a un origami gigante de hormigón, define la personalidad del edificio.
Boris Čipan creó en 1976 esta obra maestra del brutalismo, jugando magistralmente con los volúmenes para que una estructura tan pesada parezca flotar. Los ventanales corridos suavizan la dureza del hormigón, mientras que las acanaladuras de la fachada crean un interesante juego de sombras que captó mi atención mientras lo fotografiaba.
Este edificio ejemplifica perfectamente ese momento único en que Skopje, tras el terremoto del 63, apostó por la arquitectura más vanguardista para su reconstrucción. Un testimonio en hormigón de una época en que la ciudad miró hacia el futuro con audacia.


Edificio de la Televisión Macedonia #
Nuestra última parada arquitectónica fue el edificio de la Televisión Macedonia, una torre de setenta metros que dominó el skyline de Skopje durante más de tres décadas. Ya anochecía cuando llegamos al Boulevard Goce Delčev, pero aún pudimos apreciar su imponente estructura brutalista.
Lo que más me llamó la atención fueron sus veinticinco plantas escalonadas, que parecen apilar bloques de hormigón unos sobre otros, creando un ritmo vertical muy característico. La forma en que el edificio se eleva desde su base más ancha hasta su coronación más esbelta me recordó a algunas torres de comunicaciones occidentales de los años 70.
Conforme la luz natural se desvanecía, las ventanas iluminadas del edificio comenzaron a crear un patrón fascinante en la fachada. Era el momento perfecto para dar por concluida nuestra ruta brutalista por Skopje. El MRT Center, construido en 1984, fue un broche de oro para nuestro recorrido arquitectónico.
East Gate Mall #
Para terminar el día decidimos hacer una visita al East Gate Mall, el centro comercial más nuevo de Skopje, que no estaba muy lejos del edificio de la Televisión Macedonia. La vitalidad del lugar contrastaba dramáticamente con las calles desiertas del centro histórico que habíamos experimentado los días anteriores. Los pasillos bullían de actividad, con familias y grupos de jóvenes que claramente preferían este espacio moderno y climatizado al tradicional paseo por el centro de la ciudad.
Este fenómeno explica en parte por qué la plaza Macedonia y el corazón histórico de Skopje se siente tan abandonado al caer la noche. El comercio se ha trasladado a estos templos del consumo en la periferia, dejando el centro con apenas un puñado de tiendas y cafés.
Después de un breve recorrido por las tiendas, aprovechando el calor del interior para recuperarnos del frío, nos dirigimos a la estación de autobuses para confirmar los horarios de nuestra excursión del día siguiente. Con los billetes asegurados, pusimos rumbo a nuestro apartamento, satisfechos con nuestra jornada de exploración de la heterogénea arquitectura de Skopje.

Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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