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Día 7. El cañón Matka y la cueva Vrelo

29 diciembre 2024

Día 7. El cañón Matka y la cueva Vrelo

Hoy nos esperaba uno de esos días que quedan grabados en la memoria. El Cañón Matka, esta maravilla natural tan cerca de Skopje, se ha convertido en el protagonista de nuestra séptima jornada en Macedonia del Norte, y os puedo asegurar que ha superado todas las expectativas que traíamos.

La aventura comienza en la estación de autobuses #

La mañana del 29 de diciembre arrancó temprano en la estación de autobuses de Skopje. Teníamos claro que debíamos prestar especial atención a los horarios del autobús 60, ya que con frecuencias de aproximadamente 100 minutos entre bus y bus, perder uno significa una espera considerable. Es uno de esos detalles que conviene tener muy presentes tanto para la ida como para la vuelta, especialmente en invierno cuando los días son más cortos.

A pesar de ser domingo, el autobús salió prácticamente vacío. Éramos solo siete personas, todas con ese inconfundible aire de turistas que vamos a explorar los rincones más bellos del país. El trayecto de 45 minutos hasta el aparcamiento del cañón transcurrió sin incidentes, aunque es importante mencionar que en temporada alta el autobús no siempre llega hasta la última parada. Si os encontráis en temporada alta o fines de semana muy concurridos, es posible que os toque bajaros en la parada anterior y caminar unos 30 o 40 minutos adicionales.

Primeros pasos en el cañón #

Desde el aparcamiento, con el río Treska como fiel compañero a nuestra izquierda, iniciamos el camino hacia la presa. Es un paseo agradable de unos 10 minutos que ya nos va anticipando la belleza del lugar. La presa de San Andrés, construida en 1938, transformó completamente el paisaje natural del cañón, creando un lago artificial que hoy es parte fundamental de la experiencia. El Cañón Matka es una maravilla geológica que se extiende a lo largo de más de 5 kilómetros, con paredes que en algunos puntos alcanzan los 300 metros de altura. La erosión del río Treska sobre la roca caliza ha creado este espectacular desfiladero que, además de su belleza natural, alberga un complejo sistema de más de diez cuevas cársticas.

Camino desde el aparcamiento hasta la presa del cañón Matka Camino desde el aparcamiento hasta la presa del cañón Matka Camino desde el aparcamiento hasta la presa del cañón Matka Camino desde el aparcamiento hasta la presa del cañón Matka
Camino desde el aparcamiento hasta la presa del cañón Matka

Tras otros 5 o 10 minutos de caminata desde la presa, llegamos a la zona donde se concentra la mayor parte de la actividad turística. Nos encontramos con dos puestos de alquiler de embarcaciones. El primero, que estaba cerrado durante nuestra visita, solo ofrece paseos por el lago. Si queréis visitar las cuevas, como era nuestro caso, debéis continuar hasta el segundo puesto, situado junto al restaurante.

Zona del restaurante, iglesia de San Andrés y embarcadero Zona del restaurante, iglesia de San Andrés y embarcadero Zona del restaurante, iglesia de San Andrés y embarcadero Zona del restaurante, iglesia de San Andrés y embarcadero Zona del restaurante, iglesia de San Andrés y embarcadero Zona del restaurante, iglesia de San Andrés y embarcadero
Zona del restaurante, iglesia de San Andrés y embarcadero

La excursión en barco, incluyendo la visita a la cueva, nos costó 500 dinares por persona. Puede parecer algo elevado para los precios habituales en Macedonia, pero os aseguro que la experiencia vale cada dinar invertido. Mientras esperábamos a que se formara el grupo para el barco, aprovechamos para explorar los alrededores y visitar (por fuera) la iglesia de San Andrés, un precioso monasterio medieval que parece fusionarse con el entorno natural.

Tras una media hora de espera, nos avisaron de que nuestro barco estaba listo. El paseo por el cañón es sencillamente espectacular. Las paredes de roca se alzan imponentes a ambos lados, creando un paisaje que parece sacado de una película de aventuras. Después de unos 20 minutos de navegación, llegamos a la Cueva Vrelo, una de las cuevas subacuáticas más profundas de Europa, con gran parte de su extensión sumergida bajo las aguas del lago.

La visita a la cueva duró unos 20 minutos, tiempo suficiente para nuestro pequeño grupo, aunque quizás algo justo si coincides con grupos más numerosos. El regreso al embarcadero nos regaló otras perspectivas igualmente impresionantes del cañón.

Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso
Paseo en barca, visita de la cueva Vrelo y regreso

Explorando el sendero del cañón #

De vuelta en el restaurante, un chocolate caliente nos ayudó a combatir el frío que el viento nos había regalado durante la navegación. Tuvimos la tentación de quedarnos a comer en el restaurante, pero he leído muchas reseñas que indican que los precios son bastante caro y la calidad deja que desear.

Un chocolate caliente para volver a entrar en calor
Un chocolate caliente para volver a entrar en calor

El Cañón Matka no es solo un destino para paseos en barco y visitas a cuevas. Los amantes de la escalada encontrarán aquí uno de los mejores lugares de Macedonia para practicar su deporte, con más de 80 rutas establecidas en las paredes del cañón. Los ornitólogos también tienen motivos para celebrar, ya que el área alberga varias especies de aves rapaces y es un importante corredor para las aves migratorias.

El cañón también es conocido por su rica biodiversidad. Alberga más de 20 especies endémicas de mariposas y dos especies únicas de arañas cavernícolas. Los botánicos han identificado más de 700 especies de plantas en la zona, algunas de las cuales son endémicas de los Balcanes. Esta riqueza natural, combinada con su patrimonio cultural representado por varios monasterios medievales, lo convierte en uno de los destinos más completos de Macedonia del Norte.

Para los más aventureros, existen opciones de kayak y, en los meses más cálidos, se pueden realizar excursiones de senderismo más largas que conectan varios de los monasterios de la zona.

Con nuevas energías, decidimos explorar parte del sendero que recorre el cañón. Aunque no lo completamos entero, le dedicamos aproximadamente una hora de ida y otra de vuelta. El camino es muy accesible, prácticamente llano en todo su recorrido, aunque algunas zonas estaban algo embarradas por las lluvias recientes.

La experiencia de caminar junto al río, entre las paredes del cañón, me recordó inevitablemente al sendero del Cares en Asturias. Aunque cada uno tiene su propia personalidad, ambos comparten esa sensación de pequeñez ante la grandiosidad de la naturaleza. El paisaje invernal añadía un encanto especial a cada rincón.

Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles
Paseo a pie por el cañon Matka, con unas vistas realmente increíbles

El Monasterio de San Nicolás que no pudimos visitar #

Desde el otro lado del embarcadero, nos llamó la atención un sendero que asciende hacia el Monasterio de San Nicolás Šiševski. Este monasterio medieval, construido en el siglo XVII, es uno de los tesoros escondidos del cañón Matka. El complejo monástico, que se alza sobre las paredes del cañón, ofrece unas vistas espectaculares del lago y las montañas circundantes. Su arquitectura, típica de los monasterios ortodoxos de la región, incluye frescos bien conservados que representan escenas bíblicas y santos ortodoxos.

Sin embargo, los guías de los barcos nos indicaron que las lluvias de los días anteriores habían dejado el camino en condiciones poco seguras para el ascenso. Además, con las cortas horas de luz del invierno macedonio, el tiempo no jugaba a nuestro favor para aventurarnos en esta ruta. Decidimos dejar esta visita como una excelente excusa para volver a Matka en otra ocasión, preferiblemente en una época más seca del año.

El regreso a Skopje #

Con la tarde avanzando, emprendimos el camino de regreso al aparcamiento. Teníamos en mente el autobús de las 16:15, conscientes de que perderlo significaría una espera de dos horas ya entrada la noche. Mientras esperábamos en una zona de picnic, el autobús apareció con unos 10 minutos de retraso, aunque no exactamente donde nos había dejado por la mañana.

Zona de picnic que aprovechamos para esperar la llegada del autobús
Zona de picnic que aprovechamos para esperar la llegada del autobús

Lo que siguió fue casi una escena de película: el autobús llegó, dio la vuelta y apenas se detuvo. Tuvimos que correr para alcanzarlo, siendo los únicos que subimos en esa parada. Curiosamente, dos minutos después paró en la carretera para recoger a otras cuatro personas. Todavía no tenemos claro si esa era la parada oficial y a nosotros nos recogió en el aparcamiento por nuestra evidente cara de turistas despistados.

Tras 45 minutos de viaje, llegamos a la estación de autobuses de Skopje. Aprovechamos para comprar los billetes para nuestra excursión del día siguiente antes de regresar al apartamento, satisfechos por haber descubierto uno de los tesoros naturales más impresionantes de Macedonia del Norte.

El Cañón Matka es uno de esos lugares que te recuerdan por qué vale la pena viajar. La combinación de naturaleza salvaje, historia medieval y aventura lo convierten en una parada obligatoria para cualquier viajero que visite Macedonia del Norte. Solo hay que recordar planificar bien los horarios del autobús y llevar algo de abrigo extra si se visita en invierno. El resto, el propio cañón se encarga de hacerlo inolvidable.

Foto de perfir de Juanjo Marcos

Juanjo Marcos

Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.

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