Después del increíble atardecer del día anterior, la lluvia regresó de forma intensa durante la noche y duró prácticamente toda la mañana, haciendo casi imposible caminar por la calle.
Me desperté con el sonido de la lluvia en el patio de la casa y aproveché el mal tiempo para hacer un par de tareas de trabajo que habían surgido durante los días anteriores. Finalmente, alrededor de las 12 del mediodía, salí para un segundo día de turismo en San Francisco que quedaría un tanto descafeinado.
Westfield San Francisco Centre #
No soy una persona especialmente interesada en las compras, pero el temporal era tan fuerte que hacía casi imposible pasear por la calle debido a la lluvia y el viento. Así que me encontré protegiéndome del clima en el enorme centro comercial Westfield en el centro de San Francisco, muy cerca de la estación de Powell del BART.
El centro comercial Westfield tiene más de 170 tiendas, donde podrás encontrar las mismas marcas que en cualquier otra parte del mundo. Personalmente, estuve curioseando la tienda de Microsoft, un rincón-escaparate de Amazon y alguna otra tienda de tecnología, aunque nada especialmente interesante. Reconozco que la decoración es muy atractiva, los espacios muy amplios y ¡se está calentito y seco! Y sobre todo, ¡unas escaleras mecánicas en curva que me volvían totalmente loco! Además, en el sótano tiene una zona de restauración con muchas opciones para comer a precios razonables para el estándar de la ciudad.
Fisherman's Wharf #
Afortunadamente, un par de horas más tarde, el temporal estaba amainando y pude volver a salir al exterior y dirigirme al primero de los destinos que había dejado pendiente ayer.
Fisherman's Wharf es posiblemente el lugar más "enfocado a turistas" de todo San Francisco, aunque supongo que el invierno es su época baja por motivos evidentes de clima. En esta ubicación se creó el primer puerto de la ciudad, pero de eso ya no queda nada. Ahora es un conjunto de tiendas, bares, restaurantes y centros de ocio destinado fundamentalmente a turistas y visitantes.
Comencé la visita por el muelle 39. No voy a negar que es un lugar entretenido, con muchas tiendas y bares, y que con buen clima puede tener un ambiente divertido. Pero no puedo evitar sentirlo excesivamente artificial. Hay pocas diferencias entre caminar por aquí y hacerlo en un centro comercial o incluso en un parque temático. En cualquier caso, estoy seguro de que sin lluvia la experiencia es mucho más acogedora.
Además de la zona comercial, desde el muelle 39 podemos disfrutar de unas vistas estupendas de la bahía, de la Isla de Alcatraz e incluso de parte de la zona costera de la ciudad.
Pero los verdaderos protagonistas del muelle 39 son los leones marinos que tienen su propio hábitat en esa zona. Para verlos tienes que caminar hasta el final del muelle y dirigirte un poco hacia la zona izquierda. Allí verás diferentes plataformas donde los leones marinos disfrutan del sol, o la lluvia según cuadre el momento.
A continuación, fui caminando hacia los muelles 43 y 45. La zona comercial continúa a lo largo de la costa con multitud de tiendas y sitios para comer. En esta zona se encuentran también el submarino Pampanito y el barco Jeremiah O'Brien, procedentes de la Segunda Guerra Mundial. Creo que ambos pueden visitarse, pero en menos de un año había conocido el Intrepid Sea, Air and Space de Nueva York y el USS Cassin Young de Boston, y no me apetecía demasiado otra visita a un buque americano de la II Guerra Mundial.
Musée Mécanique #
En el muelle 45 se encuentra uno de los sitios más curiosos de la zona y que merece sin duda una visita. Se trata del Musée Mécanique, que en realidad es como una gran sala de juegos recreativos pero que mantiene máquinas super antiguas junto con algunas más modernas con las que hemos jugado siendo niños. Nada de este siglo, eso sin duda.
La entrada al Musée Mécanique es gratuita, pero todas las máquinas recreativas funcionan y a precios de 0.25$ o 0.50$. Así que seguro que no puedes evitar echar una partida en alguna de las máquinas sacadas del túnel del tiempo. Muchas de ellas son figuras tipo marionetas que realizan alguna acción y que recuerdan a cosas que se ven en películas ambientadas a principios del siglo XX. Otras, como el Ms. Pac-Man, me devolvieron a aquellos tiempos de la infancia en los que esa misma máquina estaba en algunos de los bares de barrio donde crecí.
De verdad, es un sitio totalmente único y no he visto ninguna colección de recreativos como esa en ninguna otra parte. Aunque no seas un gran fanático de los videojuegos merece la pena echarle un vistazo. La entrada es gratis, así que no se pierde nada por curiosear.
Hyde Street Pier #
El siguiente muelle que nos encontramos es el Hyde Street Pier. Está junto a una pequeña playa y antes de la construcción del puente del Golden Gate y el puente de la bahía de Oakland, era la principal terminal de ferries de la ciudad. Actualmente forma parte del San Francisco Maritime National Historical Park, y a lo largo del muelle podemos observar varios barcos históricos a los que puede accederse mediante visitas guiadas.
Por si alguien los necesita, en este muelle tenemos también baños públicos muy limpios y cuidados.
Ghirardelli Square #
A unos 5 o 10 minutos andando desde Fisherman's Wharf nos encontramos la emblemática plaza de Ghirardelli Square. Este es el lugar donde se ubicó hasta finales de los años 60 la famosa fábrica de chocolate Ghirardelli. Yo personalmente no la conocía, pero tampoco soy un gran aficionado al dulce, por lo que es posible que la culpa sea mía.
Actualmente en esta plaza nos encontramos varias tiendas, restaurantes, un hotel, y por supuesto una tienda de chocolates de Ghirardelli. Creo que tampoco tiene nada muy especial, aunque reconozco que la construcción de ladrillo rojo destaca bastante en el entorno.
Paseo en tranvía - cable car #
Si hay algo típico en San Francisco son sus tranvías históricos. Esos en los que puedes viajar de pie y con medio cuerpo colgando de la estructura desafiando cualquier regla elemental de seguridad.
No hay que confundir el cable car, que yo estoy llamando tranvía histórico, con el tram, que traduciríamos como tranvía o tren ligero de superficie. Aunque en castellano usamos la palabra "tranvía" en ambos casos, el cable car se basa más en el concepto de "funicular", ya que está tirado por un cable, mientras que el tram es un tren propiamente dicho, como el tranvía que encontramos en muchas ciudades europeas.
Estos tranvías históricos se han convertido en una gran atracción turística. Su precio es escandaloso: 7$ por trayecto. Pero si te compras un pase MUNI de 3 ó 7 días, tienes viajes ilimitados incluidos. No sé si esto no es muy conocido, porque las veces que monté prácticamente todo el mundo pagó religiosamente el billete completo. Sin embargo, te aseguro que funciona y que se puede subir sin límite con el pase MUNI.
Usar el tranvía histórico en San Francisco es lo más parecido a montar en una montaña rusa antigua que recorre el centro de la ciudad. Supongo que es eso lo que lo hace una atracción turística. Se mueve relativamente despacio, por eso no resulta peligroso viajar de pie agarrado a una barra. Pero también tiene opción de ir sentado e incluso a cubierto si lo prefieres. Aunque la velocidad no es muy alta, algunas de las pendientes de San Francisco son de auténtica locura.
El tranvía histórico - cable car tiene 3 rutas:
- Powell-Hyde: Sale de Market y Powell, pasa por Union Square, el Museo del Cable Car, Nob Hill, Russian Hill, Lombard Street y termina en la plaza Ghirardelli.
- Powell-Mason: Sale desde Market y Powell, y circula por North Beach para terminar su trayecto cerca de Fisherman's Wharf.
- California Street: Recorre el distrito financiero, Chinatown y Nob Hill.
Yo en esta ocasión usé la línea de Powell-Hyde para regresar a la zona de Market St.
Mission District #
La última visita del día sería el barrio de Mission, al que se llega muy fácil andando en unos 20 o 25 minutos desde Market St.
El Mission District es un barrio con una personalidad bastante especial dentro de San Francisco. Tiene una población latina muy importante mezclada con un aire un tanto bohemio de artistas y estudiantes. También es una zona muy interesante para cenar después de recorrer sus calles y sus graffitis.
El punto culminante para contemplar murales en las paredes es sin duda Clarion Alley. Mejor búscala en Google Maps, porque es una calle bastante estrecha y tal vez no muy fácil de ver desde las calles principales. La cantidad de graffitis en las paredes es espectacular y la calidad de los mismos es bastante alta.
Tampoco debes perderte el Women's Building o edificio de las mujeres. Se trata de una organización sin ánimo de lucro para el desarrollo del arte y la educación liderada por mujeres. El edificio data de 1910, pero lo más llamativo es su mural exterior pintado en los años 90, aunque ha sido restaurado varias veces después. El trabajo de pintura realizado en la fachada es espectacular.
Por lo demás, lo mejor del barrio de Mission es callejear y dejarse llevar por el ambiente del entorno. Es muy latino y es posible que te sientas un poco observado en algún momento, pero es un lugar seguro, más allá de las precauciones típicas que hay que tomar en cualquier ciudad. Hay muchos lugares de venta de empanadas, burritos y dulces que te podrán resultar útiles para comer o cenar.
Mission Dolores Park #
Es uno de los parques más populares de la ciudad. Está construido en una larga pendiente y según vas subiendo y ganando altura se consiguen unas vistas muy interesantes de San Francisco. No son las más espectaculares, pero el parque es bastante tranquilo y agradable de pasear.
Se supone que en los fines de semana es un lugar muy animado y donde la gente se junta para hacer picnics y pasar la tarde. Mi experiencia un lunes de febrero fue bastante más fría y solitaria.
La idea desde aquí era dirigirme al sur hacia Bernal Heights Park que se supone que tiene unas buenas vistas del atardecer. Pero las nubes estaban muy cerradas hacia el oeste y no iba a poder ver el sol en la línea del horizonte, por lo que me quedé cenando en Mission District y desde ahí me volví a mi alojamiento.
Así que aunque personalmente no lo he llegado a conocer, puedes apuntar Bernal Heights Park como uno de los lugares destacados para observar el atardecer en San Francisco.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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