Nuestro segundo día en Bristol fue una aventura llena de descubrimientos a pie por esta encantadora ciudad inglesa. Desde nuestro acogedor Airbnb, nos aventuramos a explorar los rincones más interesantes y pintorescos de Bristol.
The Bearpit: Un espacio urbano único #
Comenzamos nuestra jornada bajando hasta The Bearpit, una plaza circular subterránea que ha sido objeto de diversos proyectos de regeneración urbana. Este espacio, originalmente diseñado en los años 60 como una rotonda peatonal, se ha convertido en un lugar de expresión artística y cultural, albergando ocasionalmente mercadillos y eventos comunitarios.
Christmas Steps: Un viaje al pasado #
Avanzando por Rupert Street, nos encontramos con los famosos Christmas Steps. Esta calle escalonada, que data del siglo XVII, es un verdadero tesoro histórico. Su nombre, curiosamente, no tiene relación con la Navidad, sino que probablemente derive de "Knyfesmyth Street" (Calle de los Fabricantes de Cuchillos) debido a los artesanos que trabajaban allí. El entorno es realmente encantador, con sus edificios de piedra y tiendas pintorescas que parecen sacadas de otra época.
En la parte superior de los escalones, nos encontramos con Foster's Almshouses, un conjunto de casas de beneficencia construidas en el siglo XIX para albergar a los pobres de la ciudad, añadiendo un toque de historia social a nuestro recorrido.
Del Bristol Beacon al imponente Ayuntamiento #
Continuamos nuestro paseo por Colson Street hasta llegar al Bristol Beacon, anteriormente conocido como Colston Hall, un importante centro de música y artes escénicas. Desde allí, nos dirigimos hacia el impresionante Ayuntamiento de Bristol.
El edificio del Ayuntamiento es realmente imponente. Construido entre 1938 y 1956, es un magnífico ejemplo de arquitectura neoclásica. Su diseño, obra del arquitecto Vincent Harris, incorpora elementos del Renacimiento inglés y del barroco, creando una estructura majestuosa que domina College Green.
Con su fachada de piedra de Portland y su gran cúpula central, el edificio es un hito destacado en el paisaje urbano de Bristol. La cúpula, coronada por una estatua dorada que representa la unidad y la prosperidad, es visible desde muchos puntos de la ciudad.
Un detalle interesante es que el Ayuntamiento fue construido para reemplazar el antiguo Council House, que se había quedado pequeño para las necesidades de la creciente ciudad. Su construcción se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, lo que explica el largo período de construcción.
Aunque intentamos visitarlo, nos informaron que el edificio solo alberga oficinas y no está abierto al público, lo cual es una lástima considerando su belleza arquitectónica. Sin embargo, incluso desde el exterior, el Ayuntamiento de Bristol es un testimonio impresionante de la importancia histórica y actual de la ciudad.
La Catedral de Bristol: Un tesoro gótico #
La Catedral de Bristol es, sin duda, uno de los puntos culminantes de nuestro recorrido. Fundada en 1140 como abadía agustina y elevada a catedral en 1542, este edificio es un impresionante ejemplo de arquitectura gótica inglesa.
Al entrar, quedamos maravillados por su nave única con bóvedas de abanico, consideradas entre las mejores del mundo. Estas bóvedas, con sus intrincados diseños que se despliegan como abanicos de piedra, crean un efecto visual impresionante que parece desafiar la gravedad.
La catedral alberga varios tesoros históricos, incluyendo la Capilla de Berkeley, con sus elaboradas tallas medievales, y el órgano del siglo XVII. Las vidrieras históricas, algunas de las cuales datan del siglo XIV, bañan el interior con una luz multicolor, creando una atmósfera verdaderamente mística.
Un detalle fascinante es el reloj del transepto norte, que tiene dos esferas: una que muestra la hora "normal" y otra la hora "de Bristol", que está 10 minutos retrasada respecto a la hora de Greenwich, un recordatorio del tiempo local que se usaba antes de la estandarización horaria.
Ambiente estudiantil y la Cabot Tower #
Pasamos frente a la Biblioteca y el City of Bristol College, que en realidad es una institución de educación superior que ofrece una variedad de cursos, aunque no tiene estatus universitario. El ambiente juvenil y estudiantil en esta zona era palpable, añadiendo vitalidad a las calles históricas.
Nuestra siguiente parada fue Brandon Hill, donde se encuentra la Cabot Tower. Esta torre de 32 metros de altura fue construida en 1897 para conmemorar el 400 aniversario del viaje de John Cabot desde Bristol hasta América del Norte.
La torre, construida en estilo neogótico, es una estructura imponente de piedra arenisca roja con detalles en piedra caliza de Bath. Lo mejor de todo es que la subida a la torre es gratuita, lo que la convierte en una atracción imperdible para los visitantes de Bristol.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la escalera de caracol que conduce a la cima es bastante estrecha. Los escalones no permiten el paso de dos personas simultáneamente, lo que significa que hay que tener paciencia, especialmente en los días más concurridos. Aunque en nuestro caso eramos los únicos visitantes en ese momento. A medida que ascendíamos, pudimos apreciar las pequeñas ventanas que ofrecen vistazos tentadores de la ciudad.
A pesar de la estrechez de la escalera, el esfuerzo vale totalmente la pena. Al llegar a la cima, nos recibieron unas vistas panorámicas absolutamente impresionantes de Bristol y sus alrededores. Desde aquí, pudimos ver el serpenteante río Avon, los coloridos edificios de la ciudad, e incluso, en un día claro, se puede divisar el estuario del Severn y las colinas de Gales en la distancia.
Queen Square y el paseo por el canal #
Continuando nuestro recorrido, pasamos por Queen Square, una elegante plaza georgiana del siglo XVIII que ofrece un espacio verde tranquilo en medio de la ciudad. Desde allí, disfrutamos de un agradable paseo a lo largo del canal, observando los coloridos barcos y la mezcla de arquitectura histórica y moderna que caracteriza a Bristol.
St. Peter's Church: Testigo silencioso de la historia #
Llegamos a Castle Park y las ruinas de la iglesia de St. Peter, un sitio que nos impactó profundamente. Esta iglesia, cuya construcción se remonta al siglo XII, fue una de las más importantes de Bristol durante la Edad Media.
Lo que queda hoy en día son principalmente los muros exteriores y la torre, que se alzan como un esqueleto de piedra contra el cielo. Las ruinas están rodeadas de un cuidado jardín que contrasta bellamente con la piedra antigua.
La iglesia fue gravemente dañada durante los bombardeos de la Blitz en la Segunda Guerra Mundial, específicamente en la noche del 24 de noviembre de 1940. El incendio resultante destruyó gran parte de la estructura interna de la iglesia, dejando solo las paredes exteriores y la torre.
Después de la guerra, se tomó la decisión de no reconstruir la iglesia, sino de preservar las ruinas como un monumento conmemorativo. Hoy en día, St. Peter's Church sirve como un poderoso recordatorio de los estragos de la guerra y la resiliencia de la ciudad de Bristol.
Cruzando el río: De Castle Bridge a M-Shed #
Después de visitar las ruinas de St Peter's Church, continuamos nuestro recorrido cruzando el Castle Bridge, un puente peatonal y ciclista que atraviesa el río Avon. Este puente moderno ofrece excelentes vistas del río y de los históricos muelles de Bristol.
Una vez al otro lado, nos adentramos en la zona de St. Thomas Street y Ferry Street. Esta área, conocida como Redcliffe, tiene una rica historia marítima y comercial. St. Thomas Street, en particular, alberga varios edificios históricos que datan de los siglos XVIII y XIX, cuando Bristol era un importante puerto comercial.
Ferry Street debe su nombre a los antiguos servicios de ferry que conectaban esta parte de la ciudad con el centro. Aunque hoy en día ya no operan estos ferries, la calle mantiene su encanto histórico con sus edificios de ladrillo y piedra.
A medida que caminábamos por estas calles, pudimos apreciar cómo Bristol ha conservado gran parte de su patrimonio arquitectónico mientras se adapta a las necesidades de una ciudad moderna. Los antiguos almacenes y oficinas se han convertido en apartamentos, restaurantes y tiendas, creando un barrio vibrante que combina lo antiguo con lo nuevo.
M-Shed y los muelles #
Continuando nuestro paseo, llegamos a la zona del M-Shed. Aunque el museo estaba cerrado por ser lunes, disfrutamos paseando por los muelles circundantes. Esta zona, antiguamente el corazón del puerto de Bristol, ha sido revitalizada y ahora es un animado distrito con restaurantes, tiendas y atracciones culturales.
Las grúas históricas que se conservan a lo largo de los muelles son un recordatorio visual del pasado industrial de la zona. Estas enormes estructuras de hierro, pintadas en colores brillantes, ahora sirven como esculturas urbanas que conectan el presente con el pasado marítimo de Bristol.
Los viejos almacenes reconvertidos que bordean los muelles albergan ahora una variedad de negocios modernos, desde cafeterías de moda hasta oficinas creativas. El contraste entre los edificios históricos y su uso contemporáneo crea una atmósfera única que es característica de Bristol.
Aunque ese día no pudimos visitar el M-Shed, vale la pena mencionar que este museo, ubicado en un antiguo almacén portuario, cuenta la historia de Bristol y su gente. Sus exhibiciones cubren desde la prehistoria hasta la actualidad, explorando la vida cotidiana, el trabajo, la cultura y las artes de la ciudad.
East Street: El paraíso del arte urbano #
Cruzamos al sur del río Avon por uno de los puentes peatonales, adentrándonos en el barrio de Bedminster. Nuestra última parada fue East Street, conocida por su impresionante colección de murales y grafitis. Aunque solo pudimos ver una pequeña parte, quedamos impresionados por la calidad y diversidad del arte urbano. Los coloridos murales cubren las fachadas de los edificios, transformando las calles en una galería al aire libre. Nos prometimos volver para explorar con más detalle este museo viviente de arte callejero.
Three Brothers Burgers #
De regreso a nuestro Aribnb decidimos quedarnos a comer en alguno de los locales junto al canal que tanto nos habían gustado al verlos en los paseos anteriores. Elegimos Three Brothers Burger por su aparente buen ambiente lleno de gente eminentemente local. Mi pareja la ha calificado como la mejor hamburguesa que ha comido en su vida. El precio de dos hamburguesas con 2 coca colas fue de unos 26€ al cambio, lo que es bastante económico para el estándar de Inglaterra.
Desde ahí nos volvimos caminando a nuestro alojamiento para descansar de cara a la excursión del siguiente día.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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