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Día 4. De los cañones verdes a los mágicos glaciares

22 agosto 2013

Día 4. De los cañones verdes a los mágicos glaciares

El cuarto día de nuestro viaje por Islandia fue probablemente uno de los más intensos y variados. Desde impresionantes cañones verdes hasta nuestro primer encuentro con los majestuosos glaciares islandeses, esta jornada quedaría grabada en mi memoria como un verdadero tesoro de experiencias naturales.

Fjaðrárgljúfur: El cañón que parece sacado de un cuento #

La jornada comenzó temprano con una visita a Fjaðrárgljúfur, un nombre impronunciable para la mayoría de nosotros, pero que esconde uno de los tesoros naturales menos frecuentados de Islandia. Este espectacular cañón, formado hace miles de años durante la era glacial, sorprende por su intenso color verde, algo que no esperaba encontrar en una isla conocida principalmente por sus paisajes volcánicos y glaciares.

Lo que hace único a Fjaðrárgljúfur es el contraste entre las paredes rocosas de más de 100 metros de altura y la vegetación que las cubre, creando un ambiente casi místico. El camino está bien acondicionado con varios miradores estratégicamente ubicados que permiten contemplar el cañón desde diferentes perspectivas. Recuerdo especialmente uno que se adentra sobre el vacío, ofreciendo una vista vertiginosa del río Fjaðrá serpenteando en el fondo del cañón.

Si visitáis este lugar, recomiendo dedicarle al menos un par de horas para recorrer tranquilamente los distintos miradores. La luz de la mañana juega con las paredes del cañón creando efectos visuales que las fotografías difícilmente pueden capturar en su totalidad.

Fjaðrárgljúfur Fjaðrárgljúfur Fjaðrárgljúfur Fjaðrárgljúfur Fjaðrárgljúfur
Fjaðrárgljúfur

Systrafoss: Más allá de las cascadas gemelas #

Nuestra siguiente parada fue Systrafoss, o la "cascada de las hermanas". A primera vista, estas dos cascadas gemelas pueden resultar menos impresionantes que otras caídas de agua islandesas. Sin embargo, el verdadero secreto de este lugar está en la ruta de senderismo que conduce a la parte superior.

Decidimos seguir el sendero que asciende junto a las cascadas y, sin duda, fue una decisión acertada. A medida que subíamos, las vistas se iban haciendo cada vez más espectaculares. Lo que hace especial a Systrafoss no es tanto la cascada en sí, sino la perspectiva que se obtiene del valle una vez arriba. El paisaje se abre ante los ojos ofreciendo una panorámica de los campos verdes contrastando con las montañas oscuras del fondo.

Debo insistir en un consejo crucial: si visitáis Systrafoss y no subís hasta la parte superior, realmente os estaréis perdiendo lo mejor. La ruta no es especialmente difícil y la recompensa merece cada paso.

Systrafoss Systrafoss Systrafoss
Systrafoss

Dverghamrar: El jardín basáltico de los enanos #

Continuando nuestro recorrido, llegamos a Dverghamrar, conocido como "los acantilados de los enanos". Este pequeño parque natural es famoso por sus impresionantes formaciones de columnas basálticas. La leyenda local dice que estas formaciones eran el hogar de los enanos, de ahí su nombre.

Aunque no es un lugar tan espectacular como otros de Islandia, tiene un encanto particular. Las columnas perfectamente hexagonales que se alzan desde el suelo son un testimonio fascinante de la actividad volcánica que ha moldeado esta isla. Los senderos permiten acercarse a estas formaciones y observar los detalles de cerca.

La visita no requiere mucho tiempo, pero es una parada interesante para entender mejor la geología única de Islandia y descansar un poco antes de continuar el viaje.

Dverghamrar Dverghamrar Dverghamrar Dverghamrar
Dverghamrar

Núpsstaður: Un viaje al pasado islandés #

Después de comer, visitamos Núpsstaður, un conjunto de casas tradicionales con tejados de turba que representan perfectamente la arquitectura rural islandesa de siglos pasados. La visita a este lugar es como un viaje en el tiempo a la Islandia de nuestros antepasados.

Lo más interesante es que algunas de estas casas están abiertas al público, permitiendo ver su interior y comprender cómo vivían los islandeses en condiciones extremadamente duras. Los techos de turba, una solución ingeniosa para el aislamiento en un país con inviernos tan severos, dan a estas construcciones un aspecto casi de cuento.

Aunque no es un lugar que quite el aliento como los glaciares o las cascadas, Núpsstaður ofrece una valiosa perspectiva cultural e histórica que complementa perfectamente los paisajes naturales del resto del viaje.

Núpsstaður Núpsstaður Núpsstaður Núpsstaður
Núpsstaður

Skaftafellsjökull: Mi primer encuentro con un glaciar #

Si tuviera que elegir un momento especial de este día, probablemente sería nuestra llegada a Skaftafellsjökull. Ver un glaciar por primera vez en tu vida es una experiencia difícil de describir. La inmensidad de esta masa de hielo milenario, sus tonalidades azuladas y el absoluto silencio que lo rodea crean una sensación casi de reverencia.

El acceso es relativamente sencillo, con un camino bien señalizado que permite acercarse bastante al frente del glaciar. A medida que nos aproximábamos, el aire se volvía más frío y el paisaje cambiaba drásticamente, pasando de la vegetación verde a un entorno lunar dominado por rocas, arena negra y, por supuesto, el imponente hielo.

Aunque existía la posibilidad de realizar rutas guiadas sobre el glaciar con crampones, nuestro ajustado horario no nos lo permitió. Sin embargo, simplemente contemplar esta maravilla natural desde el sendero fue suficiente para quedar completamente maravillados. El contraste entre el hielo blanco azulado y la tierra negra volcánica crea una estampa única que ninguna fotografía puede captar en su totalidad.

Skaftafellsjökull Skaftafellsjökull Skaftafellsjökull Skaftafellsjökull Skaftafellsjökull Skaftafellsjökull
Skaftafellsjökull

Skaftafell: Un oasis verde en la tierra del hielo #

Nuestra exploración continuó en el Parque Nacional de Skaftafell, un verdadero oasis de vegetación que sorprende por su contraste con los glaciares cercanos. Este parque alberga una gran variedad de rutas de senderismo para todos los niveles, y nosotros optamos por una de dificultad media que prometía vistas espectaculares.

El sendero ascendía gradualmente entre abedules y otras especies vegetales que han logrado adaptarse al duro clima islandés. A medida que ganábamos altura, las vistas se volvían cada vez más impresionantes. Desde los puntos más elevados del recorrido, pudimos contemplar un panorama que abarcaba desde los enormes glaciares hasta el océano en la distancia.

Lo que hace especial a Skaftafell es precisamente esta combinación: la posibilidad de caminar entre vegetación exuberante mientras se contemplan los glaciares a lo lejos. Es un lugar que resume perfectamente los contrastes que hacen de Islandia un destino tan fascinante.

Skaftafell Skaftafell Skaftafell
Skaftafell

Svartifoss: La cascada de las columnas negras #

Dentro del parque de Skaftafell se encuentra uno de los puntos más fotografiados de Islandia: la cascada de Svartifoss. Lo que hace única a esta cascada no es tanto su altura o caudal, sino el marco en el que se encuentra. El agua cae entre impresionantes columnas basálticas negras, creando una imagen de perfecta simetría que parece diseñada por un artista.

La ruta hasta Svartifoss es relativamente sencilla y bien señalizada, aunque implica un cierto ascenso. A lo largo del camino, se pueden contemplar otras cascadas menores que sirven como aperitivo de lo que está por venir. Una vez frente a Svartifoss, es fácil entender por qué es uno de los destinos más populares de la zona.

Un consejo: aunque muchos turistas se conforman con ver la cascada desde el mirador principal, recomiendo explorar los senderos que permiten contemplarla desde diferentes ángulos. Cada perspectiva ofrece una visión distinta de este espectáculo natural.

Svartifoss Svartifoss Svartifoss Svartifoss Svartifoss
Svartifoss

Svínafellsjökull: Un segundo coloso de hielo #

Ya con la tarde avanzada, nos dirigimos a Svínafellsjökull, el segundo glaciar de nuestra ruta. Aunque ya habíamos visto Skaftafellsjökull por la mañana, este segundo encuentro con los gigantes de hielo islandeses no fue menos impresionante.

Svínafellsjökull presenta características diferentes a su vecino, con formaciones de hielo más escarpadas y un frente glaciar que parece más accidentado. Los tonos azules del hielo son quizás más intensos aquí, creando un espectáculo visual sobrecogedor, especialmente cuando el sol se filtra entre las nubes e ilumina partes del glaciar.

Como bien mencioné, si este hubiera sido mi primer glaciar, me habría enamorado instantáneamente de él. Tiene algo especial que lo hace único, incluso en un país donde los glaciares son abundantes.

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Svínafellsjökull

Jökulsárlón: La sinfonía azul de los icebergs #

El broche de oro de este intenso día lo puso Jökulsárlón, la famosa laguna glaciar. A pesar de que la lluvia nos acompañó durante la visita, puedo afirmar sin dudarlo que es uno de los lugares más impresionantes que he visto en toda mi vida.

Este lago, formado por el deshielo del glaciar Breiðamerkurjökull, está repleto de icebergs que se desprenden del frente glaciar y flotan tranquilamente hasta llegar al océano. Lo más sorprendente son los increíbles tonos azules del hielo, que varían desde un celeste casi transparente hasta un azul cobalto intenso.

La lluvia, lejos de arruinar la experiencia, añadió un toque melancólico al paisaje. Las gotas creaban pequeños círculos en la superficie serena del agua, mientras los icebergs se deslizaban silenciosamente. Incluso tuvimos la suerte de avistar algunas focas nadando entre los bloques de hielo, completando una escena digna de un documental de naturaleza.

Si Jökulsárlón era tan hermoso bajo la lluvia, solo puedo imaginar lo glorioso que debe ser contemplarlo en un día soleado, con los rayos de sol reflejándose en el hielo y el agua. Sin duda, es un lugar que merece una segunda visita en condiciones meteorológicas más favorables.

Jökulsárlón Jökulsárlón Jökulsárlón Jökulsárlón Jökulsárlón
Jökulsárlón

Descanso en Höfn: Final perfecto para un día intenso #

Tras este día repleto de emociones y paisajes increíbles, llegamos a nuestro alojamiento en Höfn, el Guesthouse Hvammur. Situada en Ránarslóð 2, esta acogedora casa de huéspedes fue el refugio perfecto para recuperar fuerzas.

Höfn es un encantador pueblo pesquero conocido por su excelente langosta, por lo que aprovechamos para cenar en un restaurante local y degustar este manjar. Fue la manera perfecta de concluir un día que había sido extremadamente intenso pero increíblemente gratificante.

Mientras cenábamos, no podíamos dejar de comentar todo lo que habíamos visto. Desde el verde intenso de Fjaðrárgljúfur hasta el azul hipnótico de Jökulsárlón, este cuarto día de viaje por Islandia había sido una verdadera explosión de colores y sensaciones.

Lo que hace única a Islandia es precisamente esta concentración de maravillas naturales en un espacio relativamente pequeño. En pocas horas de conducción, se puede pasar de un tipo de paisaje a otro completamente diferente, siempre con la garantía de que cada parada ofrecerá algo memorable.

Foto de perfir de Juanjo Marcos

Juanjo Marcos

Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.

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